Con muchas dudas en el Atlético y en el Madrid, una distancia para ambos de ocho puntos con el líder Barcelona (que a la hora del partido pueden ser once) y la necesidad reivindicativa de Griezmann o Cristiano, sus principales estrellas, asoma hoy el primer derbi en el Wanda, un duelo a presión sin margen de error.

Ninguno de esos factores permite un fallo más ni al Atlético ni al Real Madrid, de nuevo reencontrados en esa sucesión de revanchas y partidos transcendentales de los últimos años, ya 24 en la era Simeone, la que ha reequilibrado el derbi, con diez triunfos blancos, ocho rojiblancos y seis empates. Acostumbrados a derbis en Europa (dos finales de Champions, una semifinal y unos cuartos), el de esta tarde tiene aroma también a decisivo en el regreso de la Liga tras el parón de selecciones.

Es un derbi clave, mucho más de lo que se podía presuponer a estas alturas del torneo, la duodécima jornada, porque, mientras el club azulgrana apenas ha cedido dos puntos, el Atlético, aún invicto en el campeonato, ha empatado cinco de sus once partidos y al Real Madrid ya se le han ido diez de los 33 puntos disputados. No es el mejor momento de ambos colectivamente: dos triunfos en sus últimos nueve duelos oficiales, los dos de visitante, en el caso del Atlético, y dos derrotas en sus tres choques más recientes de competición en el del Madrid. Pero tampoco en lo individual, porque sus dos estrellas, Ronaldo y Griezmann, atraviesan su peor racha goleadora.

Simeone podrá contar con Koke, que volverá al once escorado a la izquierda. Gabi y Saúl estarán en el centro y Thomas puede hacer de enganche, con Griezmann arriba.

Ausente Bale, el Madrid recupera a Carvajal para el lateral derecho y parece que volverá a apostar por Benzema y Cristiano Ronaldo arriba. Isco tendrá libertad de movimientos, arropado por Modric, Kross y Casemiro. Navas sigue convaleciente, así que el meta será Casilla.

"El Madrid es el mejor equipo del mundo", elogió ayer Simeone, "tiene una plantilla que se ha llevado a todos los chicos buenos".

Zidane, por su parte, negó que hubiera roce entre Cristiano Ronaldo y Ramos y dijo que su equipo llega bien al derbi. "Estamos muy por detrás del Barcelona, lo sé, pero hay tiempo de sobra para volver a cogerle y superarle", señaló. Además elogió a Neymar y, sobre un posible interés del Madrid, dijo que "ya se verá en el futuro".