Oviedo, J. E. CIMA

Entre lágrimas, ovacionado y rodeado de amigos. Así llegó a Oviedo, trece años después, Álvaro Neil, el biciclown asturiano que puso fin ayer, en la plaza de la Catedral de la capital asturiana, a su aventura, que le llevó a recorrer el mundo en bicicleta, 209.000 kilómetros por 117 países. "No sé cómo será mi futuro porque vivo en el presente y me fue muy bien", resumió una vez cruzó la meta acompañado de 35 cicloturistas vascos, catalanes, asturianos y también de Hawai (Smith y Kapalilí, una pareja que conoció en 2012), Italia, Suiza y Venezuela y los exprofesionales Chechu Rubiera y Javier Pascual. También acudió a felicitarle el exciclista Samuel Sánchez.

"Gracias por vuestro apoyo a los que no vi en estos años", resumió este aventurero de 50 años, que lamentó que faltaran algunas personas, incluida su madre, que falleció y a la que rendirá homenaje. Neil repartió cientos de abrazos, posó para las cámaras y firmó libros durante una hora, entre ellos a sus hermanos José Luis y Paz, sus mecenas Juan Manuel y Sole, el organizador Enrique García, de Teverga, y alumnos del colegio Gesta de Oviedo.

"No ha cambiado nada en estos trece años", comentaban algunos seguidores ante la cara sonriente de Álvaro Neil. El biciclown, que pasó la noche del sábado en una tienda de campaña en Pajares a cero grados de temperatura, se felicitó por la experiencia: "El 95 por ciento son experiencias gratificantes y el 5 por ciento malas. África es la más hospitalaria. En Europa del Norte es más difícil llegar al corazón humano, todo lo contrario que lo ocurre en el Sur. Viví con 10 euros al día, gracias a saber ahorrar y convivir con la naturaleza. Y también hice de payaso para 21.000 personas en mis espectáculos".

Después de trece años Neil tendrá que volver a darse de bruces con otra realidad, la del día a día su hogar, el que abandonó durante trece años y en el que se desenvolvió trabajando en una notaría. "Lo de la notaría lo tengo olvidado después de tantos años porque como las serpientes ya dejé atrás una piel y me reencarné. Me va bien vivir al día. Espero dar conferencias en colegios y universidades. Ya tengo concertadas en Portugalete y Barcelona, antes de escribir mi séptimo libro. Iré a donde me llamen", sentencia el biciclown sobre sus planes para mantenerse hasta su próxima aventura.