El cuádruple medallista olímpico Saúl Craviotto, ha vuelto a entrenarse en Asturias después de ganar la segunda edición del conocido programa de televisión MasterChef Celebrity. El objetivo del deportista es intentar lograr en Tokio 2020 su quinta presea olímpica de piragüismo.

El palista catalán afincado en el Principado (es Policía en la Comisaría de Gijón) se prepara desde el pasado mes de octubre a las órdenes de su entrenador, Miguel García, con el que ha alcanzado las cuatro medallas olímpicas en Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016. Juntos han decidido que, en el año postolímpico a Río, Craviotto “descansara un poco tras 17 años sin parar”. Sobre su participación en MasterChef Celebrity el palista se siente feliz por haber disfrutado de una “experiencia muy buena”, y sonríe cuando asegura que le ha permitido adquirir “conocimiento culinario para una vida”.

“Ahora vuelvo a lo mío, centrado en el piragüismo e intentando ir por la quinta medalla en Tokio. Me toca entrenar y dejarme la piel en cada entrenamiento”, ha declarado el deportista, que precisa que centra sus proyectos en el K4 500 y el K1 200, ya que la distancia de 1.000 metros entiende que le queda “muy larga”. Craviotto explica que en K1 200 está previsto que se lleve a cabo un selectivo mientras que en K4 hay que hacer pruebas y ver quiénes serán los palistas que conformen la tripulación.

A su juicio, “este deporte lo bueno que tiene es que el crono es quien manda. Mi intención es intentar meterme en ese K4, que parte de una base espectacular como ya se vio en el Mundial de este año en el que logró la medalla de plata”.

En referencia a Carlos Garrote, Cristian Toro, Marcus Cooper Walz y Rodrigo Germade ha enfatizado que “hicieron un Mundial sensacional, los cuatro por separado en sus respectivas embarcaciones de K2 200 y 500 y en K4, arrasaron. Es un reto muy difícil, pero a mí me motivan más todavía y si puedo aportar y sumar a ese proyecto de la Federación Española de Piragüismo lo haré y si veo que no, porque lo que hago es igualar o restar, pues ya veré lo que pasa”.

Craviotto ha reconocido que el K4 500 es un proyecto “diferente” para él tras estar muchos años en el K4 1.000 metros, donde ha recordado que se inició en su etapa como sénior. La novedad de la inclusión del K4 500 en el programa de Tokio 2020 ha opinado que le viene “relativamente bien porque es un poco más larga que el 200”, y ha concluido: “Es una embarcación que me gusta mucho; la gente que hay con posibilidades de entrar a formar parte de ella tenemos muy buena relación entre nosotros y es un proyecto que me apetece. Repito que quien manda es el crono y tengo mi opción en K1. Estoy acostumbrado a ganarme las cosas en el agua, llevo jugándome el pellejo durante más de una década en selectivos y habrá que hacerlo hasta el final de carrera. Quien gane será quien vaya”.