"Es un deporte que está en auge". Son palabras de Gonzalo Ibaseta, delegado del equipo de mushing (un deporte que se practica con canes) del Astur Torrecerredo, que ya cuenta con una veintena de deportistas en sus filas. El binomio formado por el musher y el perro forman una conjunción especial que se ha convertido "en un estilo de vida".

Ibaseta expuso ayer en la sede del Torrecerredo, dentro de las actividades previas a la Semana Internacional de Montaña, una charla dinámica de iniciación en la que expuso diversos temas como el material que se utiliza, los entrenamientos a llevar a cabo, las competiciones tanto amateurs como profesionales, las distintas modalidades con las que cuenta este deporte, así como cualquier duda que podía surgir sobre una disciplina para la que expresa que "cualquiera se puede iniciar con el perro que desee, las limitaciones las marca uno mismo".

En este sentido, no es necesario contar con un perro de raza husky, es más, se considera que "para competir sobre tierra, que es en las que solemos participar, son preferibles un braco, setter, pointer o cualquier perro de caza porque son más explosivos para cubrir distancias de entre cuatro y seis kilómetros". Pero sí se precisa de una adaptación que ronda entre "un año (para canicross) y los dieciocho meses (para bici o patín)", dice. El mushing ha marcado un estilo de vida en estos deportistas y destaca que "lo importante es el perro, su alimentación o la temperatura a la que se corre". El Astur Torrecerredo estará en el nacional de Valladolid el día 2 y ya prepara para el futuro una carrera en Deva. Hoy, a las 19.30 horas, será el turno para Sonia Menéndez, que planteará la creación de un equipo de marcha nórdica.