A Santi Cazorla le toca volver a empezar. Y ya van unas cuantas veces. El internacional asturiano confiaba en volver en enero a los terrenos de juego, pero el martes fue intervenido por novena vez de una lesión en el tendón de Aquiles que le trae por la calle de la amargura y su regreso tendrá que esperar. Es poco probable que pueda volver a jugar esta temporada y serán dos años sin estar en un terreno de juego. Al futbolista del Arsenal le operó en Vitoria Mikel González, el mismo médico que en su día intervino a Michu del tobillo.

El jugador de Lugo de Llanera quiso explicar a través de las redes sociales lo que le está sucediendo y a la vez dejar claro a todos sus seguidores que se mantiene firme en su voluntad por volver a jugar: "Debido a unas molestias en el tendón que llevaba arrastrando los últimos días he tenido que volver a pasar por el quirófano. Toca retrasar la fecha de vuelta a los terrenos de juego, mantengo la ilusión y motivación para volver a disfrutar de mi gran pasión, el fútbol". Cazorla acompañaba esta imagen con una foto suya durante un partido del Arsenal en la que juntaba las manos y miraba al cielo.

Las reacciones no se hicieron esperar. Compañeros de la selección como Iker Casillas, Koke, Sergio Ramos o David Silva colgaron en Twitter mensajes de ánimo para el futbolista, casi todos ellos acompañados por fotografías del asturiano con la elástica de La Roja. Otro que se acordó de su compañero en la selección fue el también asturiano David Villa: "Eres un ejemplo de superación para todo el mundo pequeñín. Te queremos y estamos contigo amigo. Mucho ánimo, estamos seguros que volverás pronto", decía el jugador del New York City en su Twitter. También el Oviedo, a través de Saúl Berjón, quiso apoyar al que fuera canterano azul: "Hola Santi, quería mandarte un abrazo, darte mucha fuerza, mucho ánimo; pronto vas a salir de ésta, van a dar con la tecla. El fútbol te debe una. Un abrazo fuerte amigo", decía el delantero ovetense a través de la cuenta oficial del club azul.

Pero quizá el apoyo más importante en estos momentos para Cazorla es el que tiene en su familia, que está junto a él acompañándolo en Vitoria, donde sigue recuperándose de la intervención. El que no puede estar ahora a su lado por motivos de trabajo es su hermano Nando, quien reconoce que están siendo momentos complicados para una persona cuyo amor por el fútbol no conoce límites. "Es su pasión y está obcecado por volver a jugar", cuenta. Él también está convencido de que lo va a conseguir: "Confío en volver a verlo jugar al fútbol".

Nando, exjugador de clubes como el Condal, el Siero, el Lugones o el Vallobín, cuenta que están siendo momentos duros para su hermano: "Hoy (por ayer) está mejor pero está siendo muy duro para él, le está afectando". Reconoce también el hermano del futbolista del Arsenal que han hecho de todo para ayudar en su recuperación, buscando soluciones en lo humano y en lo divino: "Hemos hecho de todo, hasta llevar velas a Covadonga", dice. Antes de esta nueva recaída Santi Cazorla estuvo trabajando en Salamanca con un fisioterapeuta de confianza, con el que estuvo también en la selección española.

La primera vez que Cazorla tuvo un problema con el tendón de Aquiles fue en un amistoso de España con Chile, en 2013. Entonces sufrió una fisura que le tuvo seis meses fuera, pero que no le impidió acabar la temporada con su equipo y jugar la siguiente, aunque siempre con dolor. Volvió a operarse a finales de 2015, esta vez de un ligamento externo de una rodilla, pero este nuevo periodo de baja le perjudicó para la anterior lesión en el tendón de Aquiles. Desde entonces han sido ocho intervenciones más. Hasta el punto de tener que hacerle un injerto de piel de su antebrazo para que la herida pudiera cicatrizar.

La prueba está siendo muy dura pero en su entorno más cercano están convencidos de que Cazorla volverá a sonreír.