El Unión Financiera tuvo un mal día en Palencia. En la primera y en la segunda parte. Aún así, el equipo de Carles Marco llegó al descanso con una desventaja de solo dos puntos (39-37). Lo que no esperaban es lo que iba a suceder en la segunda. El lado para el que atacaban los ovetenses daba de frente con una ventana cuya luz les deslumbraba. Se puede observar con claridad en las imágenes del partido, en las que se ve una parte iluminada y la otra en sombra.

Una de las consecuencias de esto fue un 39% de acierto (7 de 18 en el total del partido) en los tiros libres, una suerte en la que el equipo promedia un 65%. Los once errores se produjeron en los dos últimos cuartos.

El encuentro se disputó a una hora extraordinaria, el domingo a las 12.30 horas, por petición del Palencia. Una petición que aceptaron los asturianos. El pabellón donde el equipo palentino juega sus encuentros está situado en la localidad de Villamuriel de Cerrato, una solución transitoria mientras acaban la reforma del Marta Domínguez.

La sorpresa de los hombres de Carles Marco fue mayúscula cuando se dieron cuenta de que la luz les daba en los ojos en ese lado del pabellón. Las quejas de jugadores como Oliver Arteaga no fueron escuchadas. En una imagen del partido se ve al pívot canario quejarse al árbitro y al jugador rival Jordi Grimau hacerle un gesto con las manos indicándole que se pusiera gafas.