José María Tejero, empresario avilesino y presidente del Real Avilés, declaró ayer en la Audiencia Provincial acusado de un presunto delito de estafa en la venta del terreno de la gasolinera de San Agustín, en Avilés. La empresa compradora del terreno, Canivell y Fernández S.L., denuncia que Tejero ocultó información sobre el derecho de superficie que tenía el terreno, es decir, sobre los beneficios que van parejos a la propiedad. Según acusación y Fiscalía, este canon era en realidad menor del que recogía el acuerdo de compra-venta y además estaba yendo directamente a parar a manos de un banco como aval de un crédito de otra empresa.

"No tiene sentido que nadie firme un acuerdo y pague 358.000 euros por un terreno que no sea beneficioso. En los términos del documento, el único beneficio que tiene el comprador es el canon y en las actuales circunstancias solo cobraría durante cuatro años, a partir de 2024", señaló el abogado de la acusación. Por ello, considera que el empresario avilesino pudo incurrir en un delito de estafa y solicita cuatro años de cárcel y una multa de 2.400 euros y el pago de 418.633 euros en concepto de indemnización, mientras que la Fiscalía rebaja la solicitud a los 2 años de cárcel.

La defensa, por su parte, sostiene la inocencia del empresario, "que no ocultó información alguna" y considera que el proceso no tiene cabida en la vía penal, sino en la civil. "El querellante ha buscado la pieza más débil del puzzle. Tejero es un empresario mediano, frente a dos grandes empresas como son DISA -la petrolera que tiene la gasolinera- y Sabadell -la entidad bancaria que podría estar cobrando el canon-. Es más fácil ir contra él", señaló el abogado defensor del empresario.

Tejero defendió durante la vista que se limitó a firmar el acuerdo como representante del administrador único de Team Inmobiliaria -al preguntarle quién era ese administrador, contestó que era una figura jurídica, es decir, otra empresa- y desconocía el proceso de negociación previo a la redacción del documento con el que se hizo efectiva la venta.

El caso es complejo y están involucradas cuatro partes: José María Tejero y Team Inmobiliaria como vendedores del terreno; Canivell y Fernández S.L. como compradora; DISA como usuaria del terreno y pagadora del canon y el banco como prestamista de un crédito avalado por ese canon. El principal testigo de la acusación, Fernando Arias, administrador de Canivell, señaló que el propio Tejero le "juró" momentos antes de la firma que el canon era de 18.000 euros al año y no existía ninguna modificación de la escritura que recogía ese derecho. Así se hizo constar en el acuerdo mediante una cláusula: "La entidad vendedora manifiesta que no se ha otorgado en documento público ni privado ninguna modificación de los derechos reales de superficie constituidos sobre las fincas descritas, que pudieran menoscabar la presente compraventa, salvo las reflejadas tras las descripciones de las fincas".

El problema está en que si había una modificación, que Tejero negó recordar, pese a que la acusación demostró que había firmado: en 2001 el canon firmado con DISA en 1999 se había rebajado. de los 18.000 a los 12.000 euros. La defensa negó que existiera esa conversación entre Tejero y Arias en la que se "juraba" la cifra más alta y defiende que el comprador conocía que el pago ascendía a 12.000 euros por las cuentas presentadas, mientras que el administrador de Canivell reconocía que había visto esas cuentas y fue lo que le llevó a pedir explicaciones a Tejero e introducir la cláusula.

El Real Avilés como ejemplo. Nadie negó que Julio Scheilch había llevado el grueso de las negociaciones con Arias, pero la acusación trató de demostrar que José María Tejero estaba detrás de las mismas y, así, puso de ejemplo el funcionamiento del Real Avilés. Scheilch se había presentado como consejero delegado del club blanquiazul para describir "la única relación" que tenía en la actualidad con el acusado. "Se le tilda de mano derecha de Tejero en las negociaciones por la venta del Real Avilés y fue quién llevó la negociación con Canivell. ¿Dice que no es usted el hombre de confianza de Tejero?", preguntó la acusación. "Espero que me tenga como tal", acabó respondiendo.

Scheilch, como Tejero, también afirmó que desconocía la modificación del canon porque se había realizado antes de que Team Inmobiliaria se hiciera con la propiedad, así como que la pignoración -dejar en prenda para recibir un préstamo de un banco- del mismo, que se firmó en 2009, estaba siendo efectiva, es decir, que el canon de DISA no estaba yendo a la propiedad sino al banco para cubrir el crédito de otra empresa. Ese crédito acabaría de pagarse solo cuatro años del final del derecho de superficie, en 2024.

"Este problema saltó un año después de que se hubiera efectuado la venta. Son el banco y la empresa petrolera las que tenían que haber inscrito los dos acuerdos que afectan al canon. Además, se pide a Team Inmobiliaria que devuelva un dinero que nunca ha sido suyo", señaló Tejero en su declaración final.