Tras amagar en Río-2016, los miembros del Comité Olímpico Internacional decidieron la semana pasada vetar la participación de Rusia en los Juegos de Invierno de Pyeongchang (Corea del Sur), que se celebrarán en febrero de 2018. Una decisión lógica, a la vista de la pereza con que los dirigentes del deporte ruso han reaccionado a la exigencia de garantías en la lucha contra el dopaje. Así que en Corea sólo podrá haber deportistas rusos a título individual, es decir, aquellos que todavía no han sido pillados en un renuncio en los controles. Pero el dopaje de Estado no se puede permitir.
