El Avilés cumplió de largo los objetivos marcados para la eliminatoria de la Copa Federación con el Burgos (Segunda B) porque los jugadores disfrutaron ante un buen rival, compitieron a un alto nivel en los dos partidos empatando a uno en el Suárez Puerta y a cero en Burgos y, sobre todo, no hubo lesionados.

El comportamiento en Burgos fue tal que Anselm fue ovacionado por el público cuando fue sustituido y la grada despidió con aplausos a los blanquizales frente a los pitos que recibió el equipo local. Nadie en El Plantío se explicaba que los avilesinos pudieran estar rozando el descenso en la Liga y mucho menos que el club les adeude tres meses viendo su ejemplar trabajo, sacrificio y entrega en el campo.

El equipo regresó con la sensación de haber hecho "un partidazo" y Xiel, el técnico, repartió méritos. "Es de destacar el espectacular trabajo de Manolo, el preparador físico, y de Olmo en preparación de porteros y como fisio", señaló.