Palma, Ralf PETZOLD

Toni Nadal, exentrenador de Rafael Nadal. Reconoce "no tener edad ya" para estar dando vueltas por el mundo siguiendo a su sobrino, pero asegura que "le sobran ganas" de seguir aleccionando a las nuevas generaciones, pese a su "inmadurez". Toni Nadal (Manacor, 1961) es y será siempre parte del éxito del dieciséis veces campeón de Grand Slam y, aunque ahora ya solo le seguirá "por la televisión", no renuncia a acompañarle a algún torneo si este se lo pide.

- ¿Cómo están siendo estos primeros días, tras dejar de ser entrenador de Rafael?

-Es un momento en el que cambias tu situación de trabajo, pero tampoco han variado muchas cosas más.

- ¿Ya tenía en mente haber realizado este cambio la pasada temporada?

-El año pasado no estaba aún metido Carlos Moyá. He realizado este cambio cuando he visto que soy una persona totalmente prescindible en el grupo de trabajo. Ahora hay otro entrenador y ya no hace falta que esté yo.

- ¿Por qué ahora?

-Bueno, Carlos Moyá estaba por Mallorca, venía a entrenar con nosotros muchas veces y creo que mi figura ya no era tan imprescindible.

- El hecho de que la pasada campaña Rafael no estuviera en su mejor momento, ¿hizo que aguantara un poco más?

- Hace un año no había otro entrenador, aunque Carlos ya estuviera trabajando con nosotros, no sabía cómo iba a ir el tema. Vi que Moyá estaba por aquí, que entrenaba, y he notado que ya no existía esa necesidad de que siguiera yo al frente.

- ¿Va a conseguir desconectar del que fue su oficio durante tanto tiempo?

-Entreno en la Academia, pero lo hago con otros chicos. Si estoy con ellos, no voy a ir a ver el entrenamiento de Rafael. Al final yo tengo mi trabajo y él hace el suyo.

- ¿Qué hará en enero, cuando su sobrino esté en el Open de Australia?

-Trabajaré aquí y seguiré todos los partidos de tenis de Rafael por la televisión, esa es mi intención durante todo la temporada.

- ¿Y si Rafael le pide que le acompañe en algún torneo?

-Si me lo pidiera claro que iría, pero entiendo que no va a ver ninguna necesidad, él ya tiene a sus entrenadores.

- ¿Cómo habría sido su carrera sin la figura de Rafael?

-Sin duda mucho peor. Seguramente habría seguido en Manacor, entrenando a chicos mucho peores que Rafael y habría sido totalmente diferente.

- Durante todo este tiempo que ha sido el preparador de Rafael, ¿se ha sentido como su padre?

-Como padre no me he sentido nunca, me he sentido responsable de su formación en la pista de tenis, pero no sólo con Rafael. Cuando entrené a otros chicos en Manacor siempre me sentí responsable de lo que hacían o dejaban de hacer.

- ¿Qué porcentaje del éxito de la carrera de Rafael le corresponde a usted?

-Eso es muy difícil de determinar. El modelo que el juega, es el modelo que yo entendí que tenía que hacer. Al final, cuando entrenas a un chaval de cuatro, cinco, seis años, tú le dices lo que tiene que hacer, pero es evidente que eso no basta. Si él no hubiera sido bueno, la pelota va fuera. Depende mucho de la habilidad que tenga el jugador. Su éxito podríamos decir que es prácticamente solo suyo.

- ¿Cuál ha sido su mejor y su peor momento con Rafael?

-Mi mejor momento fue cuando él era pequeño y yo intervenía totalmente en su trabajo. Tenía aquella ilusión por mejorar. Luego he vivido muy buenos momentos como cuando Rafael ganó su primer Montecarlo, cuando ganó su primer Roland Garros, su primer Wimbledon, pero casi siempre me lo pasé igual de bien o mejor entrenando que ganando. En cuanto al peor, es evidente que ha habido momentos complicados, la lesión del 2005, distintas lesiones que hemos ido superando. Alguna derrota también dolorosas... El año pasado él no jugaba mal, pero en el 2015, Rafael no fue capaz de conseguir un buen nivel.

- Ha comentado que cree que no habrá más generaciones como la de Rafael porque los niños de hoy son inmaduros.

- Lo que dije es que los niños de hoy en día salen más tarde, porque los jóvenes son más inmaduros que antes. Los chavales de hoy en día, por la situación familiar, por la sociedad en la que vivimos, son más inmaduros. La súper protección de los chicos ha llevado a eso y creo que les lleva a no desarrollarse. Cuando llegamos al circuito, sin ir más lejos, los mejores del mundo tenían 21 años, hoy en día hay pocos jóvenes destacados en el circuito profesional.

- ¿No puede ser que se trate únicamente de una falta de talento generacional?

-No lo creo, no es lógico. Boris Becker ganó Wimbledon con 17 o 18 años. Björn Borg lo hizo con 18, Chang tenía 17 y Wilander, los mismos. Rafael ganó con 19, Federer su primer gran Slam lo ganó con 19 o 20, Sampras igual, Djokovic igual. Los mejores siempre han sido ganadores muy jóvenes. Es extraño que todo el mundo se haya parado. Creo que hoy en día el proceso de aprendizaje es más largo. No aprenden rápidamente como antes y eso lo veo con los niños de la Academia y con la sociedad en general. Creo que hay un cambio de actitud en el mundo, en la sociedad. Pienso que la sobreprotección de los chavales de hoy en día no es buena. Hoy en día vivimos en un mundo en el que el centro de atención suelen ser los niños y esto lleva a determinados problemas, pero es mi opinión, luego cada uno que haga lo que quiera.

- ¿Va a haber un cambio en Rafael?

-No lo creo, jugará exactamente igual. Él es suficientemente responsable y creo que no va a haber ninguna diferencia. Confío en que le vaya bien y que será exactamente igual.

- ¿Cree que se le ha pasado por la cabeza retirarse?

-¿Por qué se iba a retirar? ¿Se ha retirado Cristiano Ronaldo ahora que ha ganado todo? No, sigue jugando. ¿Solo puedo jugar si soy el número uno? Federer durante los últimos cinco años no había ganado ningún Grand Slam, pero el sabía que estaba ahí, que tendría la posibilidad en algún momento y por eso ha seguido jugando. Rafael creo que es lo mismo. Él sabe que mientras tenga alguna posibilidad debe seguir ahí.

- ¿Cree que la campaña que viene puede repetir los éxitos de la presente?

Si el físico le responde, sí. Si el físico le falla, no. Es una cuestión física, no es una cuestión solo de tenis. Igual que Federer.