El partido que se debía haber disputado ayer, a las 16 horas, en Santa Catalina y que enfrentaba al Praviano con el Avilés se aplazó debido al agua acumulada en uno de los córners del campo tras las intensas lluvias caídas. El agua se concentró en la esquina pegada a la tribuna del campo. La decisión no gustó nada a los locales. El equipo entrenado por Julio Llanos quería que el encuentro se disputase con normalidad, ya que consideraban que en otras ocasiones, con el césped en peores condiciones, los partidos se habían disputado. El cuerpo técnico del Avilés, dirigido por el expravianista Xiel, decidió ceñirse a la decisión del colegiado. El trío arbitral al final decidió aplazar la contienda, a pesar de los esfuerzos de los empleados y directivos rojillos por achicar el agua con la ayuda de una bomba. A los 300 aficionados que había Santa Catalina tampoco les gustó la decisión y protestaron por el aplazamiento.