El entrenador del Real Madrid, Zinédine Zidane, se mostró contundente ayer y apeló a "trabajar más que nunca" para salir de un mal momento que no le ha hecho perder la confianza en una plantilla que va a "defender a muerte" y sobre la que no va a "echar mierda cuando hay cosas mal". "Son charlas como en cualquier equipo y podéis analizarlo como queráis, como un momento de crisis y todo eso. Estamos para buscar soluciones e intentar hacer mejor las cosas. Ha sido un poco más larga, pero nada más", aseveró sobre la reunión que había mantenido con su plantilla.

Zidane fue claro respecto a posibles refuerzos. "No voy a fichar a nadie y ya está. Para que sea muy claro, no quiero a nadie", sentenció. "Tenemos una plantilla, empezamos con ella y creo en mis jugadores. Hay momentos complicados, a lo mejor como nunca, que a lo mejor es lo que queréis transmitir, pero no es lo que pienso yo. Pienso que lo tenemos todo por delante y que ya analizaremos a final de temporada y si hace falta cambio, habrá cambio", afirmó.

El entrenador del Madrid insistió en que quedan "muchos partidos" y que va a "necesitar a todos", defendiendo con firmeza a su vestuario. "Lo que me decís lo piensa mucha gente, que hay algunos que están mal y que les tengo que sacar, pero es todo lo contrario. Si hay uno mal, voy a buscar soluciones con él y ayudarle, porque me interesa más la unidad y no cuando hay cosas mal le voy a echar la mierda a uno o dos. Todos estamos en el mismo barco, la culpa la tenemos todos, yo el primero", recalcó.

"¿Por qué voy a pensar lo contrario a hace cuatro meses? Lo que me molesta más son los comentarios que hacéis de que voy a echar un pulso al presidente o al club, la gente no me conoce si dice eso. Soy uno más", añadió Zinedine Zidane.