J. I. CASTAÑÓN

Que la sección masculina del Oriente Atletismo ganara ayer en Perlora el título autonómico de campo a través en su modalidad de larga distancia no constituyó una gran sorpresa, pero que minutos antes lo lograra también su reforzado equipo femenino constituyó un bombazo del calibre al protagonizado en 2016 por las féminas del Toscaf Recta Final en el mismo escenario. Un doblete, el del Oriente, que puso en evidencia las grandezas y las miserias del atletismo.

Grandeza porque demuestra que, más allá de nombre, palmarés y marcas, las carreras ponen a cada uno en su lugar. Miserias porque el azar en forma de lesiones y enfermedades se interpone en el camino de los competidores y hasta, por qué no decirlo, una normativa que relega a los sub-23, que son atletas hechos y derechos, a comparsas en categoría absoluta y justifica resultados como los de Perlora. Un ejemplo: la gijonesa Paula González, que venció en el Trofeo Náutico de Carreño, era atleta sub-23, y si hubieran contado como absoutas Adela Villa y Lucía Vergara, el Universidad se hubiera llevado el gato al agua. Resulta aún más kafkiano el asunto porque los sub- 23 sí pueden competir como absolutos en el cross corto, como lo hace un atleta veterano, y en campo a través el Gijón es el mejor equipo sub-23 de Asturias.

Paradojas del atletismo. La baja de Marta Casanova y, sobre todo, la retirada por problemas físicos de Patricia Cueto resultaba esencial para que las pupilas de Paco Martínez y Alba García, que dieron lo mejor de sí, resistieran, vencieran e hicieran historia ayer en Perlora. Un presidente, Paco Martínez, que nunca falla y que estuvo ausente en un día histórico para los suyos por culpa de una gripe. Bien sabe que la victoria no fue un delirio de la fiebre. El título también se debió a la apuesta de reforzar el equipo con atletas como la campeona de España de montaña, Marta Escudero, que junto a Vanessa García, Merche Bueres y María Dolores Quintela eran las chicas de verde y rojo.

En el plano individual, Paula González decidió mostrar sus poderes y venció con inusitada suficiencia, mientras una conservadora Beatriz Álvarez (Universidad) aspiraba sólo a puntuar en senior, como hacía una destacada María Suárez tras ella, o la regular Claudia Junquera. El Recta Final era segundo a solo dos puntos del Oriente, que firmó una gran actuación con la mejor master Leticia Prieto. Todo un botín para el club luarqués que se ganaba el derecho a estar en el Campeonato de España que tendrá lugar el próximo 25 de febrero en Viesques (Gijón), mientras un clásico como la SCD Ribadesella, ya sin Marta Escudero, era tercero con 40 puntos.

La carrera masculina nació con la baja por problemas físicos de un atleta como Ginzo, que a priori hubiera dado unos puntos extra y más moral al Horizonte, que ayer tuvo a Lazzaoui como su mejor puntal, a un Canellada que se encontró con su peor versión y a Castrillón con la suerte en contra, pérdida de zapatilla incluida. Aún así fue tercero. Y eso que el título del Oriente, que firmó 22 puntos, no pintaba muy bien porque Pablo Ibáñez, que es un seguro de vida para los de Llanes, no estaba. Pero el Oriente se transforma con el paso de los kilómetros. Encadena títulos un año tras otro desde 2013 cuando hay 10 kilómetros de por medio. Justo lo contrario que el Universidad, que se encoge quizá porque está repleto de atletas sub-23, y logró 33 puntos.

Quien no falla en corta o larga distancia es Bakkali, que dio otra vez una lección de supremacía física y táctica. Lazzaoui se la jugó desde el inicio y un valiente como es Raúl Bengoa (Gijón) lo siguió tras Bakkali. Después, el resto de los mortales, con el cabraliego Somohano (Oriente), que hacía la mejor carrera de cross de su vida y sin duda concedía una muy merecida victoria a un compacto bloque que integran entre otros los avilesinos Esteban Tejedor, Manu Guerreiro, Edu de Andrea y Cefe Puente. El Universidad, segundo, acusó que Peón estuviera mermado físicamente y volvía a dar valor a la calidad del veterano Julio César Álvarez. El Horizonte, con 45 puntos, se llevaba el consuelo del bronce para un club que aspiraba a todo, mientras el Piloña peleaba como siempre hace gracias a Martín Alvarez, que siempre da la cara, con 51 puntos.