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El Hijo De Esther

El Madrid jugó bien aunque no lo parezca

La semana pasada titulé este artículo "Marcelo, 2; Real Madrid, 2" y estoy tentado de titular esta semana "Real Madrid, 0; Marcelo, 1", pero me voy a contener aunque lo del brasileño sea ya de mofa, chufla, burla, cachondeo, pitorreo, befa y rechifla en la defensa madridista. Si se mira la repetición del gol del Villarreal el sábado, se puede ver cómo Marcelo ni cierra ni nada. Aquí un "cate" a Zidane, que lo coloca de cierre para defender el contraataque tras un saque de esquina a favor cuando lo único que hace para bajar es mantener un trote cochinero hasta que ya le han cogido la espalda. A partir de ese momento ya esprinta, pero, claro, no llega a tiempo. Invito al lector a volver a ver, sobre todo en la repetición de la cámara colocada detrás de la portería blanca, el gol del Villarreal y observar detenidamente cómo, mientras Carvajal se rompe para llegar al corte, Marcelo baja como de campo y playa mientras le ganan la espalda.

Más allá de la tragedia defensiva de Marcelo, el Real Madrid jugó el sábado un buen partido en el que el exceso de centros al área, la falta de puntería, la actuación habitualmente antimadridista del contumaz Undiano Mallenco (se comió dos penaltis limpios como una mañana de primavera) y cierta parsimonia en los últimos 20 minutos catapultaron al Villarreal a la victoria en un partido extraño que terminó casi en tragedia, pero donde el resultado no debe tapar el hecho real de que el equipo jugó bien. El mismo equipo que, no lo olvidemos, ha ganado una Liga, dos Champions consecutivas y otros tantos Mundialitos y Supercopas europeas.

Lo que le pasa al Madrid es raro pues es justo la antítesis de la esencia merengue. Una inexplicable falta de puntería que contrasta con la histórica y famosa "pegada" madridista. El equipo sigue apoyado correctamente en sus pilares: Carvajal, Modric e Isco principalmente, aunque alguno de ellos no está para muchos bailes pues se nota que Kroos no es Kroos (ayer no lo hizo mal del todo), que Marcelo... ya me callo, que Ronaldo no las enchufa, que Benzema tiene que ser vendido y que Marco Asensio lleva meses desaparecido en combate sin que podamos llegar a imaginarnos la razón.

Aun con eso, el equipo juega de manera razonable hasta el borde del área y de ahí a la línea de gol se deshace como un azucarillo en café caliente. De verdad, desconozco la razón y con el cabreo que lleva Zidane con la prensa me parece que nos quedaremos sin la explicación técnica del entrenador sobre las causas de esta situación.

Para terminar, sólo una cosa. La pasada semana falleció en Gijón un coloso del periodismo, Julio Puente. Próxima parada, el Cielo.

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