El Comité Técnico de Árbitros de la Federación de Fútbol del Principado de Asturias decidió ayer guardar un silencio sepulcral sobre la agresión sufrida por el joven colegiado Adrián Manuel Borrego, que le llevó a suspender al descanso el partido entre el San Juan La Carisa y el Beredi de Tercera categoría juvenil.

El árbitro se mostró dispuesto a contar su versión a este diario, pero, tras consultar con el comité, éste le prohibió realizar declaraciones con el objetivo de "darle el menos bombo posible" a la noticia de la agresión y tratar de "pasar página cuanto antes" a unos hechos inadmisibles para el colectivo arbitral.

Ante tal hermetismo, el organismo dependiente de la Regional, a través del propio afectado, limitó sus declaraciones a remitirse a lo incluido en el acta correspondiente al encuentro, firmado por Borrego, en el que relata todas las amenazas recibidas y las agresiones sufridas dentro del vestuario y se refleja como única expulsión la del portero de los locales.