El jugador del equipo ovetense San Juan de La Carisa, Álex Ferreira, acusado de agredir al árbitro Adrián Manuel Borrego durante un partido de Tercera juvenil el pasado sábado, alegó ayer padecer problemas psiquiátricos para evitar ser condenado por un delito de lesiones. La defensa del futbolista defendió que sus problemas de salud impiden su imputabilidad, ante lo que el juez decidió suspender el juicio a la espera de recabar los informes médicos necesarios.

Tanto el supuesto agresor como el agredido comparecieron ayer ante el Juzgado número 3 de instrucción de Oviedo. Tras las primeras declaraciones, la defensa pidió un receso para acudir al médico forense para su examen. El intento fue considerado insuficiente y se decidió suspender el juicio para obtener pruebas de cara a una reanudación para la que no se puso todavía fecha.

El jugador mostró signos de arrepentimiento. "Llevo jugando muchos años y nunca tuve ningún problema con los árbitros", declaró en la sala de espera visiblemente preocupado por el juicio, mientras que el colegiado declinó hacer ninguna declaración.

El futbolista de 18 años fue absuelto el martes junto a un compañero por agredir a un rival, después de que éste retirase la denuncia. Por su parte, el comité de competición le impuso una sanción de dos años y diez partidos a su compañero.