Pablo Carreño firmó en la madrugada de ayer su mejor actuación hasta el momento en el Abierto de Australia, al ganar al cañonero luxemburgués Gilles Muller por 7-6, 4-6, 7-5 y 7-5 en 3 horas y 18 minutos de juego, en un agotador encuentro que se disputó con más de 40 grados y clasificarse para los poctavos de final del torneo.

El asturiano mostró una gran fortaleza mental para no descentrarse con el saque del rival, que le hizo 40 puntos directos, cinco de ellos de manera consecutiva. "Es muy complicado jugar con este calor, no te entra aire, no consigues respirar bien", describió Carreño. "He tenido suerte de que los puntos en mi partido no han sido muy largos. Él ha hecho muchos "aces" y muchos puntos eran a dos o tres golpes. Cuando había uno largo se notaba muchísimo. Costaba estar al 100 por ciento otra vez en el siguiente punto", manifestó.

La igualdad entre los dos jugadores fue notoria en todo el partido, hasta el punto de que Pablo sólo logró una rotura más que su rival. Con la de ayer el asturiano supera las 20 victorias en los torneos de Grand Slam, en los que alcanza la segunda semana de competición por quinto torneo consecutivo. Solo falló el año pasado en Wimbledom, en el que no participó por lesión.

"Las condiciones de la pista quizás no son las que más me benefician, pero estoy en cuarta ronda. He ganado a un jugador al que le viene bien esta pista por su tipo de juego. Me voy notando mejor en la pista" aseguró Carreño, que ahora tendrá enfrente a otro cañonero, el croata Martín Cilic, número seis del mundo, a la una de la próxima madrugada.

Mientras, Nadal no tuvo problemas para superar la tercera ronda, al imponerse al bosnio Dzumhur por 6-1, 6-3 y 6-1. Su rival será el argentino Schwartzman, también a la 1 de la próxima madrugada. Hoy Carreño y García López jugarán en dobles ante el estadounidense Lipsky y el español Marrero.