La llegaron a perseguir por la banda diciéndole que se centrará, además de mandarle a fregar en varias ocasiones. Eso, entre otros insultos sexistas, es lo que tuvo que aguantar ayer Sonia Güevea Rodríguez, la asistente arbitral en el partido Ridadedeva-Nalón, en el Campo de La Peña, en Colombres, en el que tuvieron lugar graves incidentes de tintes racistas y sexistas que tristemente ya son celebres en toda España.

“Ya estoy bien de ánimo, fue duro porque nunca viví un partido así, pero no te queda otra que hacerte fuerte”, relata Güevea a esta periódico, y añade que "me llegaron a perseguir por la banda". "Los insultos no me ofenden porque considero que son personas que no están bien de la cabeza”, agrega.

Sonia Güevea, gijonesa de 23 años, estudia Pedadogía a distancia y lleva cinco años pitando en campos asturianos. En el mismo partido, también fueron acosados con insultos el otro asistente y el árbitro, el etíope Asnake Wolde.