"Un auténtico infierno". Con esa dureza califica el árbitro etíope Asnake Wolde el partido que le tocó arbitrar ayer domingo en el campo de La Peña, en Ribadedeva, en el que tanto él cómo sus dos asistentes, uno de ellos mujer, recibieron graves insultos racistas y sexistas.

En una conversación con LA NUEVA ESPAÑA, Wolde, de 31 años, asegura que él está bien, pero su asistente, Sonia Güeva Rodríguez, está "muy jodida". "No suspendí el partido porque es mi trabajo, lo reflejé todo en el acta que es lo que tengo que hacer", afirma Wolde, con buen ánimo pese a la gravedad de lo sucedido en el campo de La Peña.

Asnake Wolde, etíope de 31 años, lleva en Asturias 13 años y arbitrando más de una década. Vive en Gijón y es muy activo en la comunidad de ayudas humanitarias a inmigrantes. No se plantea dejar el arbitraje pese a la gravedad del incidente de ayer, que también afectó a sus compañeros, la linier Sonia Güevea Rodríguez y el segundo asistente Asier Fernández.