Desde el más recóndito rincón hasta la ciudad más cosmopolita. El regreso del derbi asturiano al Tartiere recorrió el mundo. Algunos lo vieron por su lado, sin el rival cerca, y otros, como Luis Fernández, Rodrigo Fernández y Miguel Laspra, en compañía y dispuestos a recibir las mofas del oponente si su equipo era derrotado. Laspra, ovetense, trabaja en la Escuela de Fútbol del Madrid en Singapur desde hace año y medio, y explica que allí ha encontrado "un grupo de asturianos bastante majo". Entre ellos, sigue Laspra, se juntan para "comer fabada asturiana, arroz con leche o celebrar torneos de mus. Incluso hemos logrado traer un palet de cajas de sidra asturiana a Singapur", añadía. Por supuesto, entre las actividades que este grupo de asturianos tenía marcado en rojo en el calendario estaba el derbi asturiano, en el que convivieron aficionados de los dos equipos de la región.

Tampoco se quedaron sin partido los amigos oviedistas de otro equipo de fútbol, el Portland Timbers estadounidense. Y es que la curiosa historia de Serrilym Rayson, "Sheba", ha llevado el color azul a esta ciudad. Sheba, directora de una escuela trilingüe de Primaria en Portland, se enganchó al Oviedo durante la ampliación de capital de 2012. Ahí empezó a ponerse en contacto con otros aficionados azules a través de las redes sociales y cumplió su sueño de ver un partido en el Tartiere en 2015.

Tampoco les pilló cerca a Jesús, David y Oliver. Ellos han tenido que vivir el derbi desde la ciudad de Al-Jhara, en Kuwait. Forman parte de la plantilla de la empresa gijonesa de ingeniería I-Lanza desplazada a tan lejano lugar. Desde el hotel en el que se hospedaban animaron con todas sus fuerzas al Sporting. También en diferentes lugares de España se vivió con emoción el derbi asturiano. Naiara Francesena, en Cuenca, estuvo bien acompañada por todos sus animales. Los perros "Siba" y "Sía" y la gata "Gaia". Todos ellos enfundados en las camisetas del Oviedo. Lo mejor de todo, explica Francesena, es que el autor de la foto que acompaña esta información defendía los intereses del Sporting. De Castilla-La Mancha a Castilla y León. Bruno Álvarez no se perdió detalle del derbi asturiano desde Salamanca. Unos celebraron y otros se fueron decepcionados. Pero todos se sintieron como en Asturias.