Y a la séptima llegó la victoria. El Real Avilés se reencontró ayer con el triunfo después de seis derrotas consecutivas en un partido que no fue lucido, pero en el que acabó marcando tres goles que son una inyección de moral que necesitaba el equipo. Si además se tiene en cuenta que el rival era el Atlético Lugones, que también lucha por la permanencia, el choque del Suárez Puerta de ayer fue el broche perfecto para una semana en la que el equipo blanquiazul tenía un objetivo: lograr un cambio profundo para salir del pozo.

Queda trabajo por delante, pero el equipo estuvo mejor colocado, más serio y fue más efectivo de cara a la portería. En el primer tiempo no se notó tanto el intenso trabajo de la semana. De hecho fue el Lugones el que tuvo el balón, pero no inquietó demasiado la portería blanquiazul y, por contra, los locales sí tuvieron un par de opciones de adelantarse en el marcador, como la que tuvo Mathieu, en el 28, con un disparo con mucha intención que el visitante Hugo se encontró de bruces.

La segunda parte comenzó parecida, pero antes de que se cumplieran los cinco minutos, llegó el gol de Balsera, en una buena jugada de Gastón, que debutaba con la camiseta blanquiazul y demostró que le sienta bien a su nuevo equipo, ya que ganó peso en el centro del campo respecto a anteriores encuentros. El balón del argentino que buscaba la portería, rebotó en la defensa y le cayó a Balsera, que no dudó en fusilar la portería lugonense.

Abajo en el marcador, el conjunto visitante siguió intentándolo sin crear excesivo peligro. Pero en el minuto 80 llegó una jugada clave que les terminó de sacar del césped: Nuño coge el balón delante de la portería y chuta, pero la mano del central Mateo se interpone en la trayectoria. Roja y penalti a favor del Avilés. El propio Luis Nuño se encargó de transformarlo. Jugando en inferioridad, el Lugones estiró las líneas en busca de un gol, lo que acabó aprovechando el Avilés, nuevamente por mediación de Nuño, en la última jugada del choque para poner el 3-0.

Con esta victoria, además del impulso que necesitaba el equipo para corroborar que está en una buena línea de trabajo, el Avilés empata a puntos con el propio Lugones y le gana el golaverage (el partido de la primera vuelta terminó con 1-0).