Un solitario gol de Capilla en la primera mitad fue suficiente para que el Caudal Deportivo regresase de vacío de tierras vascas en un partido discreto de los de Josu Uribe, que no pudieron ante un filial de la Real Sociedad que pudo ampliar su ventaja y que siempre dio la sensación de tener controlado el encuentro. A los caudalistas les faltó imaginación para elaborar jugadas ofensivas y sumaron una nueva derrota a su casillero, que tras 26 partidos, únicamente acumula 14 puntos en su haber.

Al envite en Zubieta llegaban ambos contendientes en situaciones antagónicas. Mientras que los donostiarras lo hacían en una cómoda quinta posición, con la vista puesta en los puestos de playoff de ascenso, de los que únicamente les separaba un punto, los mierenses lo hacían instalados en la UVI: últimos clasificados, con sólo dos victorias en todo el campeonato y una vuelta completa sin conocer la victoria. Y exprimido anímica y físicamente, necesitado de un triunfo balsámico? que no llegó ayer.

El partido, como era de esperar, comenzó con un Sanse dominador de la posesión y sin prisas por acercarse al portal defendido por Óscar. El cuadro de Josu Uribe, por su parte, presionaba bien la salida del esférico del rival y trataba a la contra de trenzar alguna jugada, si bien es cierto que el juego se llevaba a cabo en el campo de los asturianos. A través de posesiones largas, el cuadro txuri-urdin buscaba aproximarse a las inmediaciones caudalistas.

Apenas se contabilizaron ocasiones tras un cuarto de hora de juego y fue una falta al borde del área ejecutada por Lapeña y que se marchó ligeramente desviada el preludio del primer tanto de la tarde, que llevaría la firma de Capilla, que no desaprovechó un centro desde la derecha de Ujía para rematar y situar el tanteador en ventaja del filial realista en un error de la zaga mierense. El tanto hizo que los asturianos dieran un paso al frente tras pasarse los primeros 20 minutos encerrados atrás. Sin embargo, la creatividad ofensiva del Caudal fue un espejismo y con el paso de los minutos fue de nuevo el Sanse quien se hizo con la manija del choque. Óscar, a la media hora, evitó el segundo con una fantástica estirada tras un disparo de Muguruza. La réplica llegó acto seguido con un lanzamiento de falta ejecutado por Pelayo que al menos consiguió que el balón merodeara la portería de Garrancho, sin apenas trabajo durante todo el envite.

El bagaje ofensivo por parte mierense fue desolador y antes del descanso estuvo más cerca de llegar el segundo que el empate. Con el marcador a favor, los donostiarras mantuvieron la calma y el control ante un Caudal desangelado e incapaz de trenzar varios pases seguidos para poder al menos igualar la contienda. Los cambios tampoco surtieron efecto y fue el Sanse quien volvió a gozar de las llegadas más claras. Al final, por la mínima, pero justa derrota de los de Uribe.