Con la eliminación del PSG a manos del Real Madrid, el equipo de Zidane ha reventado el modelo del club parisino, basado en el potencial de la chequera de Nasser Ghanim Al-Khelaïfi, propietario del equipo francés, respaldado además por el dinero de un petro-estado como es Qatar. La clara inferioridad del PSG en los dos partidos de la eliminatoria de octavos de final de la Liga de Campeones (3-1 en el Bernabéu, 1-2 en el Parque de los Príncipes, 5-2 en el global) ha sembrado las dudas sobre el proyecto que dirige desde el banquillo Unai Emery y desatado furibundas críticas en Francia y desde el propio vestuario parisino.

400 millones para seguir en el mismo sitio. Al-Khelaïfi, que se ha fundido 858 millones en los últimos cinco años en fichajes, apostó fuerte el verano pasado para que el PSG diese el salto y lograra ser un grande de Europa optando a ganar la "Orejona". Sólo en Neymar (222) y Mbappé (180) el club galo se gastó 402 millones. Pero ha vuelto a caer con estrépito como ya sucedió el año pasado con el Barça, al que goleó en casa (4-0).

Emery, fin de ciclo. Los cambios timoratos (por ejemplo, Mbappé por Lass) y la imagen del equipo han condenado al técnico español. No parece que vaya a seguir la próxima temporada ya que acaba contrato en junio. Además, ya estaba muy tocado tras la eliminación la pasada temporada -a pesar del arbitraje en el Camp Nou que sufrieron los franceses- tras no ser capaz de aguantar ante el Barça la renta de cuatro goles que llevaban del partido de ida. Ni logrando el triplete (Liga, Copa de Francia, Copa de la Liga) parece que seguirá.

Las estrellas, en el punto de mira. No sólo Emery es la diana de las iras de la afición y prensa parisinas. Las principales estrellas del equipo tampoco se libran, como Alves, que dejó la Juve para ganar la Liga de Campeones, y que fue humillado por Asensio en la jugada del primer gol del Real Madrid. O como Verratti, que se borró del partido al provocar la segunda amarilla por una protesta a destiempo. O Mbappé pecando de individualista en una de las escasas oportunidades que tuvo el PSG para marcar.

El vestuario, en pie de guerra. Aunque las críticas más duras salen del propio vestuario. "Hicimos rodar la bola, pero no puedes ganar haciendo únicamente eso. Debes presionar al Madrid cuando pierdes 1-3, no solo hacer pases y esperar que algo caiga del cielo. Merecemos ser eliminados. Este verano, hemos gastado 400 millones de euros y todos dijeron que con esto cambiarían las cosas, pero ni hemos pasado esta ronda", dijo Draxler tras el partido en una clara crítica al planteamiento de Emery y a la gestión del club.

Y Neymar pensando en otra cosa. El astro carioca dejó Barcelona para alejarse de la sombra de Messi y ganar el "Balón de Oro". Difícil lo va a tener en un equipo que cae a las primeras de cambio en Europa. Ahora, y tras su lesión y operación en un dedo del pie, el brasileño ha dejado claro cuál es su objetivo esta temporada: ganar el Mundial con Brasil. Ausente en el vital partido de anteayer frente al Real Madrid, el entorno del brasileño vuelve a deslizar que quiere irse en verano e iniciar una nueva aventura. ¿Dónde? Pues su sueño ahora parece ser el Real Madrid, que hace años que no ficha a un galáctico. Pero el PSG avisa que no lo traspasará.