La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El hijo de Esther

Yo quería al City

No hubiera estado mal unos cuartos de final de Champions League entre el Manchester City y el Real Madrid. Y usted se preguntará por ese interés y yo le responderé que de todos los equipos que le podían tocar a los merengues el de Josep Guardiola es el más fácil, el más asequible y, sobre todo, al que se le tiene más ganas después del FC Barcelona, y en algunos casos incluso más.

Es el más fácil y asequible porque Guardiola ya no está en Barcelona, ya no tiene a Messi, y el Madrid le tiene tomada la medida. No nos olvidemos de la humillación de Munich cuando parecía que el "genio" (se cabreará un amigo por llamar genio a un futbolista o entrenador cuando esa palabra está acotada, según él, para gente que verdaderamente haga algo por la humanidad, aunque en este caso el mío es un uso irónico de la palabra), el que mea colonia, el inventor del fútbol del siglo XXI se comió cuatro chicharros con la firma de Ramos y Cristiano Ronaldo. El mismo Cristiano Ronaldo al que despreciaba públicamente al definirle como atleta para descartar que fuera un grandísimo jugador de fútbol.

Como decía, aquella humillación largo tiempo esperada restañó heridas madridistas y abrió el camino para estos últimos tres años y pico gloriosos del mejor equipo de mundo. Aun con humillación y todo, Guardiola, contumaz en la soberbia, rebautizó a Cristiano Ronaldo como goleador, una vez más intentando reducir su poderío indiscutible como futbolista. Así que me hubiera gustado que el goleador le enchufase algún golito a ese rapaz de "un país por allí arriba", como definió Guardiola a Cataluña. Pero, bueno, nunca es tarde si la dicha es buena y todavía hay cruces en el camino para darle un bañito de nuevo a Guardiola (sorprendentemente rima con Segurola) y que abandone de una vez esa pose de niño bueno, de alumno empollón que se encarga de acusar a los que se portan mal cuando el profesor no está en clase, para convertirse en un ser terrenal, como todo bicho viviente.

Todo esto que escribo está muy bien, es muy colorido y efectista incluso, pero de nada vale si antes al menos el Real Madrid no se deshace de la Juventus de Turín en la eliminatoria de Champions venidera. Equipo que a un partido es bastante asequible, pero que en eliminatoria a doble encuentro se me antoja como un hueso muy duro de roer. Ya me entienden, son italianos y eso les da un plus competitivo innegable. Y si no que se lo pregunten al Barcelona del consorte.

Por cierto, ayer Cristiano Ronaldo metió cuatro goles como cuatro soles. Hasta Benzema jugó de forma aceptable. Lo que hay que ver.

Compartir el artículo

stats