Agotadas, pero felices. Así estaban ayer las jugadoras y el cuerpo técnico del Hostelcur Gijón en la multitudinaria celebración de su quinta Copa de Europa. El equipo llegó de madrugada, tras doce horas de viaje, y muchos componentes de la expedición, nada más bajarse del autocar, se incorporaron a sus trabajos.

Caso singular el del entrenador, Rubén Muñoz, que tuvo que afrontar un examen del máster sobre Riesgo Bancario que está haciendo. Otros tuvieron tiempo a descansar antes del improvisado homenaje de su peculiar afición. Niños y mayores se fotografiaron con el trofeo, que engrosará las vitrinas el club, que ya están pidiendo una ampliación.

A la improvisada fiesta, primera de los homenajes que se avecinan, no faltó nadie. Allí estuvo el presidente, Juan Ramón Naves, la totalidad del cuerpo técnico, encabezado por Rubén Muñoz; el segundo entrenador, Dani Sierra; el preparador físico, Pedro Abal; y el entrenador de las porteras, Nuno Canelas. Y las jugadoras Elena González, Judit Morera, Sara González, María Díez, Anna Casarramona, Marta González, Julieta Fernández, Sara Roces, Nuria Obeso y Andrea Soberón, así como la delegada María Sierra.

También se acercaron Fernando Sierra, primer entrenador del club, y su sucesora, María Fernández, que estuvieron en la final de Lisboa. Los dos sufrieron los rigores de la seguridad del pabellón, excesiva a juicio de los afectados porque les quitaron hasta los caramelos. Incluso un policía les acompañaba al servicio. Lo que no pudieron requisar los miembros de la seguridad fueron las cajas de sidra que siempre llevan los seguidores del club. El exterior del pabellón fue escenario de la espicha habitual tras cada partido. Tras la semifinal, la afición tributó un homenaje a Sara González, que cumplía 26 años y para quien la Copa de Europa, cuarto de su palmarés, fue el mejor regalo.

Más formal será el que brindará el Sporting el 8 de abril antes del partido con el Reus, en el que la plantilla hará el saque de honor. En el Ayuntamiento, el grupo socialista registró ayer su petición para que al club se le otorgue la Medalla de Oro por "el esfuerzo realizado por el equipo, el más laureado de Asturias, así como el arraigo social que ha logrado, convirtiéndose para Gijón en mucho más que un club deportivo".

La fiesta acabó ayer. Hoy la plantilla volverá a entrenarse, ya que el sábado juega en la cancha del del Manlleu, líder de la OK Liga con dos puntos más que el Hostelcur Gijón.