A falta de siete jornadas, todos en el Asturhockey asumen que el sueño de la OK Liga tendrá un mal despertar. Los 17 puntos de desventaja respecto al Patín Vic, el equipo que marca la permanencia, obligan a pensar ya en la próxima temporada, de nuevo en Primera División. Así lo admite Adrián Fernández, el presidente del Asturhockey, que sólo pone un pero a la experiencia en la elite: el trato arbitral. Pero prefiere hacer borrón y cuenta nueva paraque Grado, y Asturias, vuelvan lo más rápidamente posible a contar con un equipo en la máxima categoría.

Adrián Fernández mantuvo esperanzas de luchar hasta el final por la permanencia hasta el partido en casa frente al Igualada. La derrota (1-4) le dolió más por la forma que por otra cosa: "Cuando los árbitros expulsaron a Nava, nuestro delegado, los jugadores se dieron cuenta de que no había nada que hacer. Y en los dos siguientes partidos, al más mínimo contratiempo, bajaron los brazos".

El presidente del Asturhockey matiza que "no bajamos por culpa de los árbitros, pero hubo varios partidos que estaban igualados y que, por sus decisiones, acabamos perdiendo. Son matices que, unidos a las posibilidades del equipo, nos han llevado a donde estamos. Quizá hubiéramos descendido igual, pero con seis o siete puntos más estaríamos luchando hasta la última jornada".

Fernández también hace sitio para la autocrítica: "Nos equivocamos al tener nueve jugadores en la plantilla porque eso supuso que varios no estuviesen a gusto al participar poco. Deberíamos de haber empezado con siete y subir algún junior según las necesidades". Lo demás, según el dirigente moscón, entraba dentro de lo previsto en un club tan modesto económicamente: "Nos faltó experiencia para aguantar en partidos clave".

Adrián Fernández no tiene queja de la actitud de los jugadores y ahora sólo les pide que mantengan la tensión para intentar superar a los dos equipos que le preceden, el Arenys de Munt y el Palafrugell, con cuatro puntos más. También está contento con el trabajo del entrenador, David Miranda, y espera mantener la base de la plantilla actual, con lo que sería un claro candidato a regresar a la OK Liga.

Lo más positivo de la experiencia, según Fernández, fue el apoyo de la afición de Grado, reforzada por representantes de otros clubes asturianos, que llenaron las gradas del pabellón. Amplía su reconocimiento al comercio local y sólo lamenta la falta de un patrocinador que hubiese permitido al club un proyecto más ambicioso y mejores condiciones para la plantilla.