El Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (Colef) estrena decano en Asturias organizando el congreso nacional y con mucho trabajo por delante. Lo sabe bien Hugo Castellanos Lorenzo (Blimea, 23 de febrero de 1977), al frente de un colectivo con problemas incluso de identidad, aunque él considera que su sitio está en el ámbito de la salud.
- ¿En qué situación está Colef-Asturias?
-Tenemos 360 asociados, en torno a un 25 por ciento de los licenciados. No tenemos más por falta de información. Hablamos de la colegiación universal, que viene a ser sinónimo de la obligatoria para los que ejercemos en la actividad privada y en la enseñanza concertada y privada. Yo también estuve muchos años sin colegiarme. Pensaba que era un colegio sólo para profesores de Educación Física. Como trabajo en un hospital, no sabía si encajaría. Siempre tuve la necesidad de trabajar por lo público, de trasladar a las administraciones y a la sociedad que damos servicios que garantizan salud y seguridad.
- ¿Qué actividades organizan?
-Ofrecemos cursos de formación continua. Organizamos el Día de la Educación Física en la Calle y jornadas de actualización en diferentes ámbitos. El año pasado, de Deporte y Salud, y este del entrenamiento. Queremos ser visibles para la población.
- ¿En dónde quieren encuadrarse profesionalmente?
-La denominación que buscamos, que está casi aprobada, es la de educador físico-deportivo porque propugnamos una educación física de calidad. En nuestro colectivo hay directores deportivos, gestores, readaptadores físicos... Y educadores físicos para la salud, como es mi caso. Una vez que pasa el proceso agudo de una enfermedad o patología, el ejercicio físico es fundamental, sobre todo en personas mayores. Siempre sabiendo que, a día de hoy, no somos profesionales sanitarios, sino que trabajamos en contacto y relación con los médicos. Tiene que verse la importancia del ejercicio físico para la salud, sobre todo en una población como la asturiana, envejecida. Sería lo que se llama receta deportiva.
- ¿Encuentran oposición?
-Los médicos nos tienen identificados, cada vez confían más en nuestro trabajo y saben de los beneficios que tiene un ejercicio físico adecuado para cada enfermedad o patología. En Asturias tenemos un problema muy serio, más grave que en otras comunidades, porque la encuesta de salud de hace dos años evidencia unos niveles de sobrepeso y obesidad infantil alarmantes. Si no establecemos unos hábitos saludables acabará afectando al sistema sanitario, que ya se lleva el 60 por ciento del presupuesto regional.
- ¿Espera más del Gobierno del Principado?
-No sé a qué esperan para poner en marcha políticas públicas de promoción de la actividad física y la salud. Hay un proyecto piloto para que el profesor de educación física coordine las actividades extraescolares, pero es insuficiente. Se regulan un montón de actividades, pero no las profesiones del deporte.
- ¿Qué proponen?
-El deporte debe de ser un catalizador de valores como la solidaridad, la superación personal, el respeto o la igualdad. No puede primar la competición. En un ayuntamiento asturiano decidieron fundir cuatro equipos en uno para hacerlo más competitivo. Por el camino se perdieron 80 críos.
- Su antecesora, Pilar del Canto, hablaba de "trabajadores taxi" por el pluriempleo.
-Yo soy un ejemplo. Soy autónomo. Trabajo en un hospital y estoy al frente de un programa en el Ayuntamiento de Langreo y otro en el de Oviedo. El problema es que al no haber una regulación estatal de profesiones del deporte estamos en el subempleo. A la hora de contratar, sobre todo en el ámbito privado, quieren un buen profesional con un contrato impropio de un titulado universitario.
- ¿Están a favor de un grado de Educación Física en la Universidad de Oviedo?
-Todavía no lo hemos discutido en el Colegio. En mi opinión es necesario, pero hay que estudiar la empleabilidad. Con las facultades actuales ya salen muchos graduados y el mercado es limitado. Por eso el reto en Asturias tiene que ser cambiar chigres por gimnasios.
- ¿Dónde se hacen bien las cosas en cuanto a política deportiva en Asturias?
-El Ayuntamiento de Gijón entiende la política deportiva como una inversión, no sólo en términos económicos, sino sociales. Da igual el color político, en Gijón se apuesta por el deporte, está en su ADN. Navia también tiene en cuenta la importancia del deporte y Oviedo se está poniendo las pilas. Hay estudios que evidencian que por cada euro de inversión en deporte se reduce en siete u ocho euros la asistencia sanitaria. Es una inversión en salud, para la prevención de enfermedades o su tratamiento a través del ejercicio físico.
- ¿Conclusiones del congreso nacional celebrado la pasada semana en Oviedo?
-Llegamos a un acuerdo para instar al gobierno central a una regulación de las profesiones del deporte. Hay que definir qué competencias daría el grado en Actividad Física. Queremos cambiar la denominación, que en vez de un colegio de titulaciones seamos un colegio de profesiones: el Colegio Oficial de Educadores Físicos Deportivos. No somos todavía profesión sanitaria, pero hablamos de que fuera de la fase aguda de una enfermedad, con la supervisión de un médico, el ejercicio físico ayuda en el tratamiento. Hay enfermedades metabólicas, cardiovasculares y neurológicas que se benefician con el ejercicio físico. Mejora mucho la calidad de vida de las personas.
