Espanyol y Alavés empataron en un partido en el que se notó que ninguno de los dos equipos tienen alicientes clasificatorios. El Deportivo Alavés, con el empate, rompió su racha de tres partidos seguidos sin puntuar, mientras que el Espanyol vuelve a sumar pero a un ritmo insuficiente para acercarse a la séptima posición.

Alejados del descenso, y prácticamente sin opciones reales de mejorar, Espanyol y Alavés dirimieron una primera parte de poca intensidad, con un equilibrio en la posesión y en el reparto de las ocasiones. La paciencia de la parroquia local se agotó por momentos cuando se escucharon gritos contra su entrenador Quique Sánchez Flores.