Evidentemente, el balonmano español no pasa por su mejor momento a nivel de clubes, por mucho que siga fabricando jugadores capaces de competir por lo máximo con la selección. Desde la desaparición del Ciudad Real y el Atlético de Madrid, el Barcelona se ha quedado solo. Aún así, los números del equipo azulgrana son asombrosos y delatan un espíritu competitivo a prueba de aburrimiento: ocho ligas seguidas, 144 victorias y un empate en la Liga Asobal, y 186 partidos invicto entre todas las competiciones españolas. Su última derrota llegó hace casi cinco años, el 18 de mayo de 2013, ante el Naturhouse La Rioja, de los asturianos Jorge Martínez y Rubén Garabaya. "La gente es un poco injusta con el Barça. Lo que hacen es una pasada, su regularidad es impresionante", destacó Garabaya, que sabe muy bien lo que cuesta ganar en la elite. Otro asturiano, Raúl Entrerríos, representa como nadie el espíritu de este equipo que no se cansa de hacer historia. Gracias a su tremenda calidad, profesionalidad y ambición, el gijonés se pone en cada partido al frente del Barcelona y de la selección española. El sábado se llevó un buen chasco con la eliminación en Europa, pero conociéndole seguro que el año que viene lo volverá a intentar.
