El polémico presidente del Olympiacos, Evangelos Marinakis, furioso con los últimos resultados de su equipo, decidió imponer una multa de 400.000 euros a sus futbolistas y concederles vacaciones anticipadas hasta final de temporada. Esta decisión implica que acaban la liga jugando con el filial. Además, el técnico español Óscar García presentó su dimisión a seguir ejerciendo de entrenador. El Olympiacos es tercero en la liga griega.