Sevilla,

Antonio GUTIERREZ

El Bayern de Múnich dejó ayer en el Sánchez Pizjuán, en la ida de los cuartos de la Liga de Campeones, muy favorable su pase gracias al 1-2 con el que afrontará la vuelta dentro de una semana en el estadio Allianz Arena. El Sevilla aguantó el tipo en la primera parte, en la que fue mejor y gozó de mejores ocasiones, pero solo el infortunio le impidió irse al descanso en ventaja (1-1).

En la segunda parte el Bayern sí mostró su gran currículum europeo y se manejó muy bien ante un rival que perdió el gas mostrado en el primero período, lo que se tradujo en el marcador.

Hasta tres saques de esquina forzó el conjunto bávaro en los primeros compases ante un rival que aún estaban en la misión de saber cómo jugarle al Bayern, pero con el transcurrir del choque se vio que el Sevilla no estaba demasiado incómodo dándole la iniciativa al adversario.

Fue clarísima la ocasión que tuvo Sarabia para poner el 1-0 a los veinte minutos, pero el madrileño, solo ante el meta Sve Ulreich, no supo definir. Para entonces el Sevilla estaba ya con confianza y el Bayern replegado e impreciso, lo que propició que Sarabia no fallara en su segunda ocasión. Eran los mejores minutos del Sevilla ante un rival desorientado, pero una incursión por la izquierda de Ribery se convirtió en infortunio para el equipo español, ya que en su intento de centro apareció Jesús Navas y se introdujo el balón en el marco.

En la segunda parte el Bayern volvió a presionar para controlar la situación. Se vio entonces al poderoso equipo de Heynckes, que dejó sin recursos a un rival reculado y sin saber cómo salir del monólogo, hasta que Thiago Alcántara logró el segundo gol, que dejó al Sevilla sin reacción.