En el guión no entraba jugárselo todo a una carta, pero el juvenil del Sporting, que milita en División de Honor, no pudo lograr el título de campeón ante el Bansander, con el que cayó derrotado. Tras desaprovechar esta ocasión, al equipo de Isma Piñera le queda la bola extra gracias a su magnífica temporada. En Pontevedra (12.00 horas), donde les espera un duro rival que tratará además de beneficiar al Deportivo o al Celta, que dependen de un nuevo tropiezo sportinguista.

Si el equipo de Isma Piñera logra la victoria sería automáticamente campeón, mientras que un empate le haría mirar de reojo a lo que suceda en el choque del Celta, que visita al Bansander. Los celtiñas necesitarían golear por una diferencia de ocho goles a los cántabros. En caso de igualdad a puntos con el Deportivo -juega ante el Val Miñor-, el Sporting les supera en el enfrentamiento particular. Pese a ello, el Sporting se centra como único objetivo en lograr la victoria en Mosteiro (12 horas) para dejar las cábalas a un lado y lo hará con toda la plantilla a disposición del técnico, que recupera a dos piezas importantes para el equipo como son Iván Elena y Pelayo Morilla. "Es un rival duro que ha firmado una buenísima temporada, sabemos de la dificultad del partido", analizó Isma Piñera.

El equipo juvenil del Sporting hará piña en su viaje a Pontevedra, con todos los integrantes componiendo la expedición para poder festejar, en caso de acabar la jornada como desean, un título de campeones de grupo que se resiste desde hace seis temporadas. El capitán rojiblanco Miguel tiene claro que el objetivo está a su alcance y son conscientes de que "dependemos de nosotros".

El alirón no se pudo dar la pasada jornada en Mareo, donde Miguel asegura que "nos hubiese encantado por toda la gente que fue a apoyarnos", pero comenta a su vez que "lo importante es conseguir el título, lo celebraremos igual en otro lugar". Pontevedra es la última parada.