Veintidós años después de rozar la medalla olímpica, Adolfo Alperi se despertó ayer con la desagradable sensación de que le señalaban con el dedo por un asunto de dopaje. El diario "El País" recogía ayer la declaración en 2016 ante el TAS (Tribunal Arbitral del Deporte) del médico del equipo español de pista en los Juegos de Atlanta-96, Luis García del Moral. En ella, Del Moral aseguró que suministraba sustancias dopantes, como EPO y hormona del crecimiento, a los integrantes del equipo de persecución en pisa, entre ellos Alperi. "Yo sólo tomaba lo que me decía el médico de mi equipo", aseguró un sorprendido Alperi.

Luis García del Moral compareció en el otoño de 2016 ante el TAS en Lausana por su presunta participación en el sistema de dopaje de Lance Armstrong en US Postal. A preguntas del abogado de Johan Bruynel, director del US Postal, el médico español reconoció que en su etapa con el equipo español de ciclismo, de 1993 a 1998, suministró a los corredores sustancias prohibidas, como corticoides, EPO y hormona del crecimiento. Y también que, para ayudarle, se puso en contacto con el médico italiano Michele Ferrari, relacionado con numerosos casos de dopaje.

"No he visto en mi vida a Ferrari y Del Moral nunca me dio ninguna sustancia prohibida", replicó Adolfo Alperi Plaza (Oviedo, 12 de septiembre de 1970), que entre sus dos participaciones olímpicas (Barcelona-92 y Atlanta-96) reunió dos diplomas, uno individual y otro con el equipo puesto ahora en entredicho, junto a sus compañeros Juan Martínez Oliver, Joan Llaneras y Santos González.

"Un equipazo", destaca Alperi, lo que le sirve para reforzar sus argumentos de que no hubo nada raro en la preparación para sus últimos Juegos Olímpicos: "Si hubiéramos ido con ayudas, seguro que volvíamos de Atlanta con una medalla".