Alan Menéndez, el director deportivo del Real Avilés, está teniendo la temporada más complicada que se puede producir en el fútbol en su cargo. Desde el inicio, con una plantilla hecha a la carrera, ha estado continuamente buscando jugadores y ahora espera que el trabajo, sobre todo el de los futbolistas, se vea recompensado con la permanencia del equipo.

- ¿Cómo afronta esta recta final de la Liga?

-Con el equipo, lo afrontamos a muerte, estoy convencido. Tenemos cuatro finales, empezando por la Ceares (sábado, 18.30 horas), y sé que el equipo va a dar todo lo que tiene y lo que puede. Vamos a lucharlo hasta el final y además yo ahora al equipo lo veo bien, me ha gustado lo que he visto en los últimos partidos y creo que se puede conseguir.

- No está siendo una campaña fácil para usted...

-No sé si sabré mucho o poco como director deportivo, pero yo creo que esta temporada ha sido un máster en todos los sentidos. Las circunstancias fueron las que fueron. La plantilla se tuvo que hacer en medio de un lío judicial, había que esperar por una sentencia y era complicado encontrar jugadores que quisieran venir. La plantilla se hizo cómo se tenía que hacer porque no había tiempo. Estoy contento con muchas cosas que salieron bien y otras, lógicamente, no podían salir bien. Por ejemplo, los jugadores que se fueron por lo que todos sabemos -los impagos- es algo que no me hubiera gustado que ocurriera y seguro que he tomado alguna decisión que no era la correcta, pero siempre he hecho lo que creía que debía hacer

- Pese a todo, han sido muchos los jugadores a los que ha convencido para formar parte de las filas del Avilés. ¿Cómo lo ha hecho?

-Con la dificultad que hemos tenido para fichar he movido a muchos jugadores y, además, estoy seguro de que muchos de esos jugadores van a tener proyección, porque son muy buenos futbolistas. Lo único que se puede decir en las circunstancias actuales es que el Avilés es un club que sirve como escaparate. La gente lo sigue, aunque luego no vaya al campo. Además, en Asturias tenemos una suerte, tenemos dos filiales muy importantes, que son los del Sporting y el Oviedo a tiro de piedra, con personas que ven a los jugadores que despuntan.

- Se empezó la temporada con Iván Palacios y Xiel tomó el relevo. ¿Está contento con el trabajo del entrenador?

-Palacios tomó la decisión de irse, de hecho nosotros tuvimos una reunión con él en la que le mostramos nuestro apoyo, pero al día siguiente nos comunicó su decisión. En ese momento no podíamos pensar en otra persona que no fuera Xiel, conoce la casa y conoce la Tercera y si alguien podía sacar el proyecto adelante era él. Creo que está haciendo un buen trabajo, lo que pasa es que los resultados no acompañan. La calidad de los entrenamientos es innegable, cualquiera que los vea, y se puede hacer porque La Toba es abierto, no lo duda. Pero es que a toda la inestabilidad que ha habido con la plantilla se han sumado además las lesiones. No hemos tenido la plantilla completa en ningún momento.

- ¿Algo positivo?

-También es cierto que hemos subido a muchos juveniles y creo que eso es una parte positiva de la temporada. Gente de la cantera como Santa y como Marcos se han afianzado en el primer equipo. Hay gente de casa jugando en el Avilés y eso tendría que ser una máxima en el club.

- Y al margen de lo deportivo, ¿algo negativo?

-Hay jugadores que han estado con el equipo de principio a fin, peleando contra todo, y creo que se merecen mucho como jugadores, pero también como personas y hasta algunos, sin ser del Avilés, tiene al club muy metido dentro, mucho más que gente que lleva toda la vida. Creo que se merecían ver un día un poco más de gente en el Suárez Puerta, un "han venido a verme jugar" y me gustaría que lo tuvieran antes de terminar la temporada. Ellos han estado dando la cara en los peores momentos del Avilés, creo que los aficionados tendrían que dar la cara por ellos.

- Hablando de dar la cara, usted está prácticamente en todos los entrenamientos del equipo. ¿Es algo habitual en su forma de trabajar o ha sido un caso especial?

-La verdad es que me gusta estar en el campo, ver a los jugadores, como trabajan, pero es que este año además era necesario. Este año ha sido muy complicado y creo que los jugadores tenían que notar el apoyo de alguien de la directiva, alguien que solventara sus dudas.