El poleso Avelino Vigil Fonseca es poco dado a la pesca del salmón. Suele ir sólo unas cuatro veces al año con el resto de su cuadrilla, Joaquín Fanjul y Francisco Pacheco. Así que lo de él fue llegar y vencer. El domingo logró sacar el campanu del Deva y a pesar de ser un gran aficionado a la pesca se estrenó en la captura del primer salmón de la temporada.
No va demasiado al río "por falta de tiempo" y se confiesa también un apasionado de la pesca de mar porque "relaja más que el río". Sus compañeros de faena suelen ser sus hermanos.
Avelino Vigil no es un habitual los días de apertura de la temporada de pesca, pero "ese coto era un sobrante que nadie quiso y lo cogimos nosotros para ir a pasar el día", reconoce. Relata que se lo tomaron con calma, pues salieron de la Pola sobre las 7 de la mañana, pararon a tomar un café y vieron la carrera de Fórmula 1 antes de ir para el río. No fue hasta después de comer cuando el salmón picó en el anzuelo, justo en la primera varada. "No lo esperaba. Llamé a los compañeros y estuvimos más de media hora porque el río llevaba mucha agua" y la envergadura del salmón (8,200 kilos), recuerda.
Agrega que en este caso lo consiguieron, pero si se les llega a escapar tampoco el disgusto hubiera sido grande porque él va "a pasarlo bien". No comparte la rivalidad que muchas veces se encuentran en el río. "Con sacar un salmón por temporada me doy por contento", apunta, a la par que sostiene que "la mentalidad de la pesca tiene que cambiar, no puede ser como era antes, porque hay menos peces y la temporada también se recortó. Los recursos son muy limitados". En la ribera se sigue viendo a pocos jóvenes y mujeres, dice.
Avelino Vigil apunta que "casi presta más la enhorabuena que te da la gente que te conoce que el hecho de sacarlo". El primer salmón capturado en el Deva esta temporada ya está a buen recaudo: en el congelador, a la espera de ser el plato estrella en una comida con amigos y familiares.
