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Presidente de "Las Mestas del Narcea"

Un inicio atípico de temporada en el Narcea-Nalón

La necesidad de unirse para cuidar la fiesta del salmón de Cornellana

Un inicio atípico de temporada en el Narcea-Nalón

Ya está aquí otra temporada más y este año ha sido un tanto atípico en la cuenca Narcea-Nalón ya que, al rotundo éxito de la feria Capenastur de Cornellana con la ilusión y el esfuerzo que le han puesto el regidor salense Sergio y todos los que han lo han hecho posible -Geli, Cristina y los operarios del Ayuntamiento-, le ha faltado la guinda del campanu de Asturias.

Desde las asociaciones hemos de mantener una posición prudente, ya que por un lado debemos mantener un lógico apoyo a nuestra comarca, pero, por otro lado, como pescadores, debemos comprender que el campanu es de su pescador y con él puede hacer lo que quiera, incluso cederlo al Arca, si así lo decidiese.

Este año se ha llevado el gato al agua Cangas de Onís, al igual que otros años se lo ha llevado Salas y lo hemos disfrutado. Por lógica, nosotros, "Las Mestas del Narcea", seguiremos apoyando a Salas, a pesar de entender la difícil situación creada.

Quizás nos apena un poco que mientras la zona oriental de Asturias lo tiene todo desde el punto de vista turístico para el forastero, lo poco que tenemos en el Occidente nos gustaría que fuese un éxito total.

Está claro que algo debemos hacer todos, si es que queremos conservar la fiesta, empezando por el Ayuntamiento de Salas, pasando por la hostelería de la ribera, gran beneficiada de estos eventos y terminando por las asociaciones de pescadores, que algo podremos aportar y la administración regional.

En cuanto a lo meramente deportivo, el inicio de la temporada nos ha traído poca emoción, con la única captura del campanu del Sella y del Eo y con un exceso de agua que, unido a la aparente escasez de peces, ha hecho que en los primeros días hábiles, los precintos hayan tenido poco trabajo. No creo que la situación sea para desanimarse, ya que acabamos de empezar, y lejos están aquellos años en los que era normal que saliesen varios ejemplares el día de la apertura. Los pescadores, por otro lado, hemos acudido, con mucha ilusión a las orillas de nuestros ríos, ya que las ganas de sentarnos a ver y escuchar lo que nos tienen que enseñar y contar nuestros ríos han vencido a las pocas posibilidades reales de pescar un salmón. Mientras iban pasando los minutos, los nervios iban aumentando mientras los primeros señuelos y cebos se aventuraban bajo las aguas esperando encontrarse con el majestuoso rey, mientras los corazones palpitaban y los cerebros daban vueltas y vueltas, pensando: ¿y si lo pesco?, ¿y si me pica?, ¿qué voy a hacer con lo que saque?

De momento, al menos en nuestra ribera, la ilusión se mantiene y seguiremos tentando a la suerte para tratar de pescar el campanu del Narcea-Nalón, aunque alguno de nosotros preferimos pescar el segundo para no vernos en un difícil dilema.

Espero poder narraros buenas noticias para los pescadores y para los ríos, sobre todo, y en próximos textos, espero poder contaros cómo nadan los primeros moradores de nuestro Arca.

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