"Esto ya es historia del Real Avilés", sentenció ayer José María Tejero en unas escuetas declaraciones después de que el club y los exgestores, IQ Finanzas -que gestionaban el club a través de la filial Real Avilés GD-, llegaran a un acuerdo para no continuar con el proceso judicial que debía dilucidar las circunstancias de la rescisión del contrato. Ayer, estaba prevista la vista previa del juicio, en la sala 3 de los Juzgados de Avilés, en la que ambas partes debían presentar las pruebas para defender su postura. No se llegó a celebrar: el abogado del club, Santiago Tejero, se encargó de entregar al juez, Ricardo Badás, los documentos del acuerdo.

Así, las cosas en el club blanquiazul continuarán como hasta ahora: el contrato de gestión se da por rescindido, en fecha de abril de 2017, y cada parte seguirá por su camino, el Avilés en su situación actual e IQ Finanzas al frente del Cacereño, entre otros proyectos. Esa es una de las pocas partes del acuerdo que han trascendido. Los detalles de la negociación, que se realizó entre los abogados de las dos partes durante la noche del martes y la mañana de ayer, están blindados por una cláusula de confidencialidad.

La negociación ha partido del grupo inversor mexicano, que parece haber abandonado su idea de recibir una indemnización por la ruptura del contrato, precisamente, la que le movía a continuar en el proceso judicial. En un principio, el club buscaba hacer efectivo el burofax que envió en agosto del año pasado para comunicar a los gestores la rescisión del contrato de cuatro años que unía a las dos entidades desde diciembre de 2016. Aquel burofax señalaba una serie de incumplimientos del acuerdo de gestión y daba la relación por extinta. IQ Finanzas, por su parte, no estaba de acuerdo con ese documento y pedía una indemnización por la ruptura.

Con la conciliación previa al juicio, el club ha conseguido su propósito, el contrato está extinto, y todo apunta a que los gestores han renunciado a la indemnización, al menos al grueso, para dar por cerrado un costoso juicio, del que no tenía seguro sacar provecho, sobre todo, porque hay un fallo de un juez que rechazó las cautelares para seguir al frente del club, porque había incumplimientos de contrato.

En un escueto comunicado, el club define el acuerdo entre el Real Avilés SAD y el Real Avilés GD, como "satisfactorio para ambas partes" y da por finalizada la "controversia". A partir de ahí, todos buenas palabras: Tejero añadió que agradece a "Álvaro López los servicios prestados al club" y Álvaro López tampoco entró a valorar los detalles de la conciliación, pero señaló que espera "que vengan mejores tiempos futbolísticos para los avilesinos porque es un pena que un club tan importante pase por estas vicisitudes".

Ese acuerdo por el que se paraliza el juicio tendrá que recoger también quién asume las deudas con la escuela -uno de los incumplimientos que alegaba el club, pero que el fallo de la cautelar no reconoció abiertamente- y los sueldos de algunos jugadores. El juez de la sala número 3 de Avilés tendrá que evaluar el acuerdo para comprobar que es legal, pero parece que el Avilés ya ha zanjado una crisis más.