El día después de que se hiciese público el final de la pareja que había dominado las últimas ocho ediciones del Descenso del Sella, Walter Bouzán quería dejar muy claro que es una decisión personal, consecuencia del desgaste, y de acuerdo con su compañero de éxitos, Álvaro Fernández Fiuza. "Esto llega donde llega y creo que va siendo hora de bajar el pistón en mi carrera deportiva", señaló Bouzán a LA NUEVA ESPAÑA.

Walter Bouzán Sánchez (Ribadesella, 13 de febrero de 1978) tiene muchas razones para haber dado este paso: "De la piragua no se vive y la vida tiene otras prioridades. Está mi trabajo de bombero, aunque lo compatibilizo mejor que antes, cuando estaba en la construcción. Pero estoy de interino y en cuanto salgan plazas tendré que preparar las oposiciones".

Más argumentos para Bouzán: "El ambiente que rodea al Sella no tiene mucha gracia. El otro día fui a una prueba de surfski y la noche anterior estábamos todos cenando juntos. Es como ir a ver a unos amigos. En el Sella y el maratón, por supuesto, también tengo amigos, pero hay un ambiente de mayor tensión". El riosellano, quizá por su procedencia, ya había declarado otras veces que la semana anterior al Descenso lo pasaba mal por la responsabilidad.

Ni siquiera la posibilidad de aumentar a nueve el número de victorias con Fiuza le motiva en estos momentos: "¿Para qué?. Pones en la balanza el récord de victorias y nadie sabe si llevamos seis, siete u ocho. Es algo a lo que no doy importancia. En cualquier caso es más de lo que hubiera imaginado en mi vida".

Como expuso el propio Fiuza en redes sociales, la decisión de Bouzán se venía gestando desde hace tiempo. Como prueba de que le desea lo mejor a su compañero, el propio Walter propuso a Milín Llamedo para unirse a Fiuza. "A Milín le sobra clase para hacer un buen K-2 y ser un claro candidato a ganar el próximo Sella", señala Bouzán, que no se ve haciendo el Descenso con otro palista: "Si no es con Álvaro no bajo con nadie. Teniendo al mejor sería tonto cambiarlo por otro. Ojalá que lo pueda ver desde tierra".

Recién cumplidos los 40 años, Walter Bouzán busca tiempo para más cosas que la piragua: "Me gusta ir a la montaña, pescar, bucear. No voy a dejar de remar, pero estoy cansado del sacrificio de entrenar para estar a tope". Aunque deja un resquicio: "Esto no es una puerta cerrada, pero a día de hoy quiero tomarme el piragüismo de otra manera".