Muy pocas veces han sido llamados a comicios con tanta asiduidad los socios del Caudal Deportivo en los cien años de vida del club. Una vez superado su segundo proceso electoral a la presidencia -la fecha límite para presentar candidaturas es el 4 de mayo- los afiliados blanquinegros vivirán unos comicios. En esta ocasión los socios mierenses deberán elegir el que será el himno del centenario caudalista entre dos propuestas: el actual himno, compuesto por el socio Ramón del Llano Martínez, y otro nuevo compuesto por otro abonado como es Jesús Alberto Alonso Pacheco. Esta cita será el próximo día 10 de mayo en la Casa de la Cultura Teodoro Cuesta de Mieres entre las seis y las ocho de la tarde.
Ese día, los más de quinientos socios con que cuenta el equipo mierense deberán elegir entre estas dos propuestas el que será el himno del centenario blanquinegro, toda vez que el próximo 16 de julio el club caudalista cumplirá sus cien años de vida. Durante esa asamblea se reproducirán los dos himnos en la sala polivalente de la Casa de la Cultura, para que acto seguido los socios voten cual será el que represente al Caudal durante este año tan especial.
Los socios tendrán dos opciones diferentes. Una la clásica, pese a que sólo tiene 25 años de vida, compuesta por el actual presidente de la Asociación "Amigos de la Música" y uno de los hombres que más ha luchado en la comarca por la música, Ramón del Llano. Y la otra, la más remozada, compuesta por Jesús Alberto Alonso Pacheco, quien pasa por ser uno de los músicos más reconocidos de la región, a la vez que profesor en la Escuela de Música de Oviedo, de cuya banda es el director.
El himno cuya letra y música ha compuesto Del Llano tiene 25 años de vida, pues fue encargada al músico por el entonces presidente del Caudal, Álvaro Fernández Braga, cuando la entidad cumplió su 75 aniversario en 1991. "En aquellas fechas Álvaro habló conmigo sobre la posibilidad de componer un himno para el club porque, aunque parezca extraño, el Caudal no tenía uno, sino que el que se cantaba en el campo era heredado de la época del Racing de Mieres. Lo único que hacían los aficionados era cambiar la palabra Racing por Caudal en el himno que data de los años veinte", explica Del Llano.
El himno al que Del Llano hace referencia es el que se dio a conocer el 14 de junio de 1927 cuando el club aún se llamaba Racing de Mieres. Cabe recordar que el 3 de enero de 1941, el Consejo Nacional de Deportes emitió una disposición en la que obligaba a españolizar todos los nombres con raíz extranjera, lo que impedía que el club siguiera llamándose Racing al ser una palabra de origen anglófono. Ante esta medida el Racing de Mieres pasó a llamarse Caudal. El canto de 1927 fue compuesto por Benjamín López Fernán (letra) y por Saturnino Pérez Mendoza (música).
Y ya para celebrar sus 75 años de vida, el Caudal encargó a Del Llano un himno que desde esa fecha se reproduce en el Hermanos Antuña en cada encuentro que disputa el equipo. El mierense regaló el cántico "al club para que lo usara como mejor creyera oportuno. Lo que traté en la letra fue plasmar parte de la historia del Caudal, como fue su paso por categoría regional a Segunda División y cuando se rozó el ascenso a Primera, a la vez que animar a los aficionados y jugadores".
Si Del Llano creó un canto caudalista en 1991 hace cuatro años, en 2014, otro músico mierense y socio blanquinegro escribió y compuso otro en el que "lo que pretendo es que se vea representada Mieres, la historia del Caudal y el legado minero de la comarca". Uno de los apartados que más quiso representar Alonso Pacheco en su himno es "el espíritu revolucionario del club, pero, sobre todo, de Mieres, que tanto nos representa".
El próximo 10 de mayo los socios caudalistas elegirán el que será su himno del centenario entre dos propuestas que tratan de ensalzar la historia del club a la vez que representar al pueblo Mieres y dos cantos compuestos por dos mierenses de pro que destacan que "vivir el centenario del Caudal es algo único y especial, así que ser el autor del himno sería todo un honor".
