El Caudal Deportivo entra en uno de los períodos más convulsos de sus historia. Mientras el club inauguraba el sello y el matasellos conmemorativos de su centenario, además de la exposición de esta efeméride, la comisión electoral apuraba sin éxito las opciones de presentar candidaturas a la presidencia de la entidad blanquinegra. Una vez finalizado, ayer, el segundo plazo para optar a ser presidente de la entidad más importante de la comarca y una de las más relevantes de la región, la actual directiva que lidera Roberto Ardura, que actúa en funciones, deberá convocar una asamblea extraordinaria de socios para formar una junta gestora que rija al Caudal durante, al menos, un año. De no llegarse a un acuerdo, el club desaparecerá, como bien alertó el actual presidente en funciones, Roberto Ardura.

La comisión electoral, compuesta por los afiliados Juan Jesús Suárez, Roberto Herrero y Joaquín Hernández, esperaron en balde hasta las ocho de la tarde confiando en que algún afiliado hubiera querido sustituir a Ardura al frente del Caudal aportando los cincuenta avales necesarios para que su candidatura fuera efectiva.

Una vez finalizado este plazo el club entra en un período de inestabilidad y en el que el papel del socio será clave. El propio Roberto Ardura llegó a confesar que "el club puede desaparecer si no surge ningún candidato a la presidencia o si no se forma una gestora". El actual presidente en funciones se refiere a que una vez finalizado este segundo proceso electoral sin candidatos "hay dos opciones. Formar una junta gestora que rija el club o bien hablar con el Ayuntamiento para que sea el que gestione el Caudal". Esta opción consistorial ha quedado descartada toda vez que el vicealcalde del Ayuntamiento mierense, Manuel Ángel Álvarez, recalcó que "el Ayuntamientos ni ningún otro, jurídicamente, no puede gestionar ningún tipo de entidad ya sea deportiva o de cualquier otro ámbito". Una vez descartada la opción del Ayuntamiento la actual junta directiva deberá convocar una nueva asamblea extraordinaria de socios para abordar el futuro de una entidad. En esta reunión, los socios caudalistas deberán formar una junta gestora que rija la entidad durante de un período, al menos un año, para luego volver a convocar elecciones presidencia.