El Oviedo Baloncesto tropezó (64-60) ayer por primera vez en los cuartos de final del play-off de ascenso a la ACB que le están enfrentando al Palencia. Tras ganar los dos primeros partidos, los dos en Oviedo, el conjunto entrenado por Carles Marco no pudo sentenciar la eliminatoria en una cancha maldita para ellos tras un partido duro que se resolvió con un final ajustado que cayó del lado castellano.

La derrota les obliga a jugar un cuarto partido mañana (12.30 horas), de nuevo en Palencia. Si consiguen la victoria pasarán a la siguiente ronda, donde les espera el ganador de la eliminatoria que está enfrentando a Manresa con Coruña y que hasta ahora ganan los gallegos por dos victorias a una. En el caso de que vuelvan a perder, el Oviedo recibirá a Palencia el martes (20.45 horas) en el polideportivo de Pumarín. El ganador de ese duelo seguirá adelante.

Los asturianos se ejercitaron desde las 12.30 horas en el polideportivo de Pisuerga, en Valladolid, para preparar el cuarto choque del play-off. Un entrenamiento distendido, en el que Carles Marco se dedicó, por momentos, a dialogar con algunos jugadores personalmente para comentar aspectos concretos del partido. Lo hizo con Romaric Belemene y con el capitán, Víctor Pérez. Entretanto, la plantilla estuvo tirando a canasta antes de que comenzarán a ensayar en conjunto aspectos más concretos del duelo. Carles Marco repasó muchos de los aspectos del duelo disputado ayer, comentó errores e intentó dotar a sus jugadores de armas para evitar que les vuelva a suceder lo mismo mañana.

El Oviedo Baloncesto sabe de la importancia que va a tener el duelo de mañana ante el Palencia. Una victoria, además de la clasificación, les daría mucha confianza y tiempo de descanso antes de la siguiente ronda. Una derrota levantaría aún más el ánimo de un Palencia que viajaría a Oviedo con la esperanza de darle la vuelta a una eliminatoria que se les puso muy cuesta arriba después de los dos partidos que perdieron en Pumarín y que dejaron muy de cara el play-off. El Unión Financiera necesita espantar de una vez los fantasmas de las dos eliminatorias de play-off que ha perdido contra el Palencia y, sobre todo, ganar por fin en un ciudad que siempre se les atraganta.

El equipo no estará solo mañana en Palencia. Si en el primer encuentro, el viernes, ya acudieron cerca de un centenar de aficionados de Asturias a ver el encuentro, en el de mañana volverá a suceder lo mismo. La peña El Fortín volverá a fletar un autobús con destino a la ciudad castellana y un buen número de aficionados se desplazarán en sus vehículos particulares para dar a los carbayones el empujón que les falta para seguir adelante.