Josu Uribe se despidió ayer como entrenador del Caudal y lo hizo como llegó: siendo claro. Analizó sin tapujos el descenso del cuadro mierense y desgranó el por qué de este fracaso. Para el gijonés la clave ha radicado en la planificación de la plantilla la cual "no ha sido la mejor para el tipo de juego de este grupo".

El ya ex técnico blanquinegro se marcha agradeciendo la oportunidad "que me han dado de poder entrenar en este club y de volver a Asturias". Pero no oculta que "ha sido un año duro en lo personal y en lo profesional. Quizás el más duro de mi carrera. Nunca había vivido algo así y lo hemos pasado mal porque se ha unido el ser en mi tierra lo que te marca más".

Uribe no rehuye su grado de culpabilidad pero considera que "pese a todo lo hemos intentado a muerte. Creo que nadie puede mirar a la cara a este cuerpo técnico y decirle que no ha trabajado y que no ha sido profesional".

Una vez concluida la temporada llega el momento de analizar el por qué de este fracaso y ahí Uribe lo tiene claro: "Creo que Pedro, el presidente del Lealtad, dijo que se equivocó en el perfil de jugadores para este grupo y estoy totalmente de acuerdo con él". Para Uribe "este grupo es muy exigente en lo físico. Los asturianos quisimos alejarnos de los equipos madrileños y acercarnos a los vacos para acortar gastos pero a la vez nos equivocamos pues este grupo es muy exigente en el trabajo competitivo. Tanto el Caudal como el Lealtad no hemos sabido montar los equipos para competir con ellos".

La planificación de la plantilla ha sido un error pero otra parte es que "el campo que está muy mal y ojalá pronto se mejore porque es muy complicado competir contra los vascos en este terreno de juego donde no puedes combinar y tienes jugar más directo donde ellos se muestran muy efectivos". Es más el gijonés cree que tanto él como Paco son entrenadores "que han demostrado de sobra su valía en Segunda B pero creo que no hemos tenido una plantilla lo suficientemente competitiva para este tipo de fútbol que se hace en este grupo".

En temporadas tan negativas suele ser habitual que la afición culpe a la plantilla por su desidia. En este sentido Uribe recalcó que "quiero que la afición nunca piense que el equipo no lo ha dado todo. Que a mí me gusta otro tipo de plantilla sí pero que nadie dude de que todos lo hemos pasado muy mal porque no hemos disfrutado nada. Quizá nos ha faltado tener un grupo unido que cada semana saliera a muerte con el cuchillo entre los dientes jugara quien jugara. Eso no lo hemos tenido porque el perfil de jugadores no era ese. Nos ha faltado maldad".

Una vez concluida la campaña Uribe desea que "ojalá el año que viene estemos celebrando el ascenso pero confiesa que "el club tiene que crecer en todo. En instalaciones, en cantera, en estructura, en todo. Es algo que me enseñaron en el Éibar donde decían que daba igual la categoría sino que lo importante es el crecimiento de la entidad. Les daba igual Segunda B que Primera y así están ahora".