La Asamblea General de la Federación Española de Fútbol (RFEF), compuesta por 139 miembros, se reunirá hoy (16.30) por segunda vez en menos de un año para elegir presidente ante la destitución de Ángel María Villar, a quien pretenden relevar Luis Manuel Rubiales, expresidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), y Juan Luis Larrea, tesorero federativo desde 1988. Los pronósticos favorecen a Rubiales, que cuena con el apoyo de once territoriales, entre ellas la Asturiana. Salvo sorpresa, los siete votos del fútbol modesto asturiano serán para Rubiales: el presidente de la territorial, Maximino Martínez; los representantes de los clubes Avilés, Covadonga y Amigos de Soto (fútbol sala); el entrenador Adolfo Pulgar, el jugador del Covadonga Jaime; y el árbitro de Segunda B Leandro Carbajales.

Juan Luis Larrea (San Sebatián, 18 de febrero 1953) es presidente en funciones de la Federación tras el encarcelamiento de Villar y fue elegido presidente de la Junta Gestora cuando el exdirigente fue inhabilitado. Larrea ha trabajado codo con codo con Villar durante 30 años desde su papel de tesorero y también de delegado de la selección, de ahí que en muchas de sus entrevistas haya calificado a Ángel María Villar como su "hermano" aunque ahora ya no se hablan. Durante 30 años fue presidente de la Federación Gipuzcoana. Larrea ha desarrollado su carrera profesional en la banca, de la que se jubiló en enero del año pasado. Desde su llegada a la presidencia ha tomado algunas decisiones controvertidas. Ha incorporado a LaLiga a la Directiva, cuyo presidente ha sido el enemigo público número uno de Villar, y a la Liga Nacional de Fútbol Sala y decidió el cese de María José Claramunt como directora de la Selección y departamento de márketing. También ha conseguido la vuelta de Fernando Hierro como director deportivo de la selección.

Luis Rubiales (Las Palmas, 23 de agosto 1977) exfutbolista (12 años como profesional) y expresidente de la AFE, estudió Enfermería y Derecho. Llegó a la AFE en 2009, sustituyendo a Gerardo González Movilla y el pasado mes de noviembre anunció su renuncia al sindicato para convertirse en candidato a la presidencia de la Federación. Al poco tiempo de llegar a AFE, que cogió con 5.000 afiliados y dejó con más de 9.000, convocó la primera huelga de los últimos 27 años de futbolistas de Primera y Segunda para pedir un convenio colectivo que crease un fondo para garantizar el pago de los sueldos de los futbolistas e impusiese sanciones a los clubes que lo incumpliesen.