La pareja formada por Saúl Craviotto y Cristian Toro, en K-2 200, y la de Marcus Cooper Walz y Rodrigo Germade, en K-2 500, lograron ayer sendas medallas de oro en la I Copa del Mundo 2018 de piragüismo en la modalidad de esprint, que se está disputando en Szeged (Hungría), mientras que Roi Rodríguez, en K-1 1.000, se colgó un bronce que permite a España sumar cuatro preseas en el medallero.

En la penúltima jornada de competición, los campeones olímpicos en Río Saúl Craviotto y Cristian Toro, afincados en Asturias donde viven y se entrenan, compitieron ayer por primera vez desde aquel hito y lo hicieron volviendo al lugar más alto del podio con un triunfo en la Copa del Mundo.

Por su parte, los vigentes campeones del mundo de K-2 500, el balear Marcus Cooper Walz y el gallego Rodrigo Germade, también se llevaron la presea dorada con una regata en la que han exhibido su potencial con un dominio claro.