Un gol en el tiempo de prolongación, en el minuto 93, el tercero del San Fernando, le complica la eliminatoria al Marino, que tendrá que marcar al menos dos goles en Miramar. Todo ello en un partido en el que los canarios se pusieron por delante con una cómoda distancia de dos goles en el primer periodo. Sin embargo, en el segundo experimentaron un bajón de juego notable provocado por la mejora ostensible de un conjunto asturiano que logró recortar distancias y que incluso pudo haber empatado el resultado de haber tenido más acierto en los metros finales. En todo caso, y cuando todo parecía abocado a la mínima diferencia favorable al San Fernando para la vuelta, llegó el tanto de Quintero en la prolongación.

Muy pronto se pusieron por delante los locales, en el minuto once tras unos primeros compases de tanteo, al rematar Navas de cabeza un centro de Javi Navarro desde la banda.

Este tempranero acierto tranquilizó a unos y acumuló más nerviosismo en los que iban por debajo en el marcador, que además vieron como la renta en contra se ampliaba poco después de la mitad del primer periodo al convertir el especialista Aday una pena máxima cometida sobre Maikel. El colegiado estimó como punible un empujón sobre el zaguero sumado al ataque.

Los dos goles se convirtieron en una buena renta que permitía a los locales ver con otras perspectivas lo que restaba por delante, pese a que hasta el momento había sido un partido igualado y con ocasiones para ambos.

La necesidad de acortar distancias en el marcador hizo que el Marino de Luanco se fuera arriba en lo que restaba del primer tiempo, pero le faltó algo de frescura en la zona decisiva y el peligro fue resuelto sin problemas por los locales, que muy retrasados realizaron un buen trabajo defensivo abortando las opciones de las que dispuso el rival.

En el segundo periodo, el bajón de los de Tino Déniz ante la presión de su oponente lo aprovechó el Marino de Luanco para recortar distancias, merced al acierto de Óscar con un buen chut desde dentro del área que se coló por abajo.

Los asturianos acertaban con la red y eso que la primera aproximación peligrosa fue para los locales. A partir del gol, fueron los asturianos los que tomaron las riendas del centro del campo y pasaron a dominar el partido, ayudados también por el paso atrás del San Fernando, lo que sirvió para que las ocasiones llegaran. Pero no había acierto y los locales por dos veces, in extremis, evitaron que el balón entrara.

Con media hora por delante cualquier cosa podía pasar y así sucedió porque el peligro visitante despertó un tanto a los jugadores canarios, pero los Oli Álvarez siguieron buscando el segundo tanto, el que les hubiera dado la igualada. Nuevamente no hubo fortuna para el Marino de Luanco en un par de llegadas claras ni en alguna jugada de estrategia, y por contra lo que sí llegó en la prolongación fue el gol local en una afortunada jugada de los de Maspalomas, en la que tras una falta que es repelida por el larguero el esférico cae a Quintero, que desde dentro del área no perdonó dando de esta forma una buena ventaja para la vuelta a su equipo.