José Luis Fernández arbitró su último partido de la Liga Asobal este pasado fin de semana. Fue el Valladolid-Ademar y, curiosamente, se despide, tras 18 temporadas en la máxima categoría, en la misma cancha en la que debutó. El gijonés podía haber seguido alguna temporada más, pero aprovechó que su compañero habitual desde hace seis temporadas, Antonio Martín Franco, tenía que retirarse por edad para poner también fin a su etapa arbitral después de 30 años de intensa relación con el mundo arbitral.

José Luis Fernández debutó en Asobal formando pareja con el también gijonés Bernardo López y juntos estuvieron seis temporadas hasta que Bernardo se lesionó y José Luis estuvo un tiempo sin pareja fija. Luego estuvo dos temporadas con Aitor Carrera, otros dos con Enrique Ríos y posteriormente con Alberto Rodríguez y ahora con Antonio Martín.

"Empecé cuando jugaba. En la época de cadete se necesitaba gente que pitase partidos y empecé. Al llegar a la edad senior decidí que si quería seguir vinculado al balonmano tenía que ser con el arbitraje porque además esa temporada ascendí a Primera Nacional", rememora Fernández, quien también evoca su primera época en la máxima categoría: "Era un tiempo en que la Liga española era la mejor del mundo, aquí estaban los mejores jugadores". Pero llegó la crisis y los jugadores nacionales que destacaban se marcharon a otras ligas y los de fuera no venían a la española y el nivel se resintió. "No así el arbitraje porque ningún árbitro se marchó y el nivel también era muy elevado". El gijonés seguirá vinculado al mundo del arbitraje ya que actualmente es el presidente del Comité Asturiano de Árbitros "y también hay alguna opción más que tengo que barajar a nivel nacional".

Tradicionalmente Asturias ha sido tierra de grandes jugadores y entrenadores, pero también de árbitros. "En estos momentos hay once árbitros pitando en las distintas categorías nacionales", recalca. Tras su despedida, Asturias todavía cuenta con otra pareja en Asobal, Coke Friera y Jesús Álvarez, que seguirán manteniendo el nivel del arbitraje asturiano en lo más alto. Todos ellos tienen como referencia a la pareja arbitral por antonomasia, la formada por Ramón Gallego y Pedro Lamas, considerada durante mucho tiempo como la mejor del mundo.

En su última temporada José Luis fue elegido para arbitrar la final de la Copa del Rey y el Comité Nacional de Árbitros les homenajeó tanto a él como a su compañero en el último encuentro en el que, como no, había jugadores asturianos sobre la cancha.