El Marino de Luanco es un equipo confeccionado para tener el balón. En Gran Canaria no lo dominó durante la fatídica primera media hora y la eliminatoria casi se fue a pique. Pero si en el seno del equipo se piensa que el resultado fue injusto, esa sensación nace por lo que sucedió cuando los asturianos recuperaron la pelota. "A partir del 2-0 el centro del campo empezó a realizar un gran trabajo. Dominamos y propusimos nosotros, y logramos que el San Fernando durante la segunda parte no pasara de su campo", indicó Oli sobre la mejoría que experimentó su escuadra. "La salida del balón fue muy buena a partir de ahí. Supimos adaptarnos al césped sintético y a partir de ese momento el dominio fue total", profundizó el entrenador marinista. "Tal y como jugamos, el partido es de empate, pero llegó el tercero gol en contra. Es mala suerte, porque el rechace va al único jugador que está solo", sentenció el entrenador del Marino de Luanco sobre el 3-1.

En una eliminatoria, media hora mala puede echar al traste toda una temporada. Y precisamente eso es lo que hizo el Marino durante los primeros 30 minutos de partido, en los que recibió dos goles muy tempraneros: Navas, a los 11 minutos y Aday de penalti, a los 25, ponían el duelo cuesta arriba. "Hubo dos fases. Hasta el dos a cero nos dominaron y sufrimos. Los primeros minutos nos han penalizado muchísimo", apuntó Oli, quien no dudó en reconocer que la pena máxima, un empujón en el área, fue "clara y justa".

Para no verse en problemas en la vuelta, el Marino debe ser especialmente expeditivo a la hora de defender los saques de banda del San Fernando. Echedey fue el encargado de servirlos en la ida, y colocaba con sus manos la pelota con la misma fuerza que si lo hiciera a balón parado, siempre buscando la cabeza de los centrales, bien de Maikel, bien de Pedro. "Nos faltó ser más expeditivos. Conocíamos de su peligro, pero una cosa es la teoría y otra la práctica. A base de saques de banda estuvimos muy presionados y no estamos acostumbrados a que nos dominen", valoró Oli, técnico del Marino de Luanco.