El martes 15 de mayo fue un día difícil para Carles Marco (Badalona, 1974) y para todo el Oviedo Baloncesto. El Unión Financiera afrontaba un partido complicado, un quinto encuentro ante su bestia negra, el Palencia. El play-off se resolvería a cara o cruz en Pumarín y, al contrario que en otras ocasiones, esta vez el equipo se sentía en la obligación de ganar y seguir adelante en la lucha por subir a la ACB. Ni la peor pesadilla del que fuera base de clubes como el Joventut, el Sevilla o el Manresa y medalla de plata con España en el Europeo de Suecia de 2003 podía atisbar lo que acabó por pasar: el Oviedo perdió (54-66) haciendo su peor partido del play-off y el Palencia culminó la remontada. Ese partido se ha convertido en el último de Marco al frente del equipo carbayón, un mal día que no empaña la trayectoria de un técnico que trajo la Copa Princesa por primera vez para a Oviedo.

- ¿Qué balance hace de sus tres años en Oviedo?

-Muy bueno, personalmente he mejorado como entrenador y creo que el club se ha profesionalizado. En lo deportivo seguro que se podían haber hecho cosas mejor, pero todos hubiéramos firmado los resultados que hemos tenido, con la Copa Princesa y con muchas otras cosas. Me queda el regusto amargo de que después de ser cuartos en tres temporadas no hayamos tenido la mejor despedida, de que podíamos haber hecho algo más. Pero, si nos quitamos la tristeza final, el balance es positivo para todos.

- ¿Qué le ha aportado Carles Marco al Oviedo Baloncesto?

-No lo sé, lo que sí sé es que desde que llegué el club se ha abierto fuera, se habla del Oviedo en muchos sitios. En Badalona me preguntan. Hemos luchado por cosas bonitas, pero no sólo por mí, ha sido un trabajo de todas las partes que se han involucrado para hacer las cosas mejor. Espero haber podido ayudar en lo que creía que era necesario hacer.

- ¿Qué me dice de su equipo de ayudantes?

-Javi Rodríguez y Agustín Munárriz me parecen dos excelentes entrenadores. Hemos tenido muy buen "feeling". Sin ellos no hubiéramos llegado a donde hemos llegado. Hemos invertido muchas horas de trabajo.

- ¿De qué se siente más orgulloso?

-De la regularidad del equipo en estas tres temporadas. Sólo dos veces en tres años hemos perdido tres partidos seguidos. Estos tres últimos ante el Palencia han sido la segunda. Hemos ganado muchos partidos, a los de nuestra liga y a los que no son de nuestra liga. Hemos tenido lesiones, cambiado jugadores, hay que recordar cómo empezamos el año y ver dónde estamos ahora.

- ¿Qué ha aprendido usted?

-Muchas cosas. También he ganado en seguridad. Llevar a un equipo no es fácil y sé que todavía tengo muchas cosas que mejorar y que aprender.

- ¿De las tres temporadas con cuál se queda?

-La segunda en cuanto a resultados y en cuanto a disfrutar, todo salió muy bien; en cuanto a adquirir experiencia, la primera, y ésta porque ha sido una temporada dura en la que hemos conseguido unos resultados extraordinarios. La que ha terminado seguramente ha sido la más dura y la que nos ha hecho mejores.

- ¿Qué espera de su futuro?

-Encontrar un equipo para seguir entrenando. El mejor equipo posible, ojalá que en la ACB, seguiré luchando por ello.

- ¿Y qué espera para el Oviedo Baloncesto?

-Que le pasen cosas buenas y que tengan éxito en todo.

- ¿Espera venir y que haya un pabellón nuevo?

-Si se quiere mejorar hay que dar un salto y eso pasa, sobre todo, por un pabellón. Pero tengo que decir que jugar en Pumarín ha sido un enorme placer.

- ¿Cómo se ha sentido tratado por la afición en Asturias?

-Genial. Les estaré eternamente agradecido.