Las gradas del campo número 1 de Mareo registraron la entrada previsible debido al control de asistencia por parte del club gijonés. Entre los presentes se encontraba el piragüista y campeón olímpico Saúl Craviotto, que se reencontró en Gijón con su primo Carlos, portero del Cornellá. Ambos comentaron al término del partido las acciones que decantaron la balanza a favor de los rojiblancos. El piragüista se convirtió en la atracción al descanso, con una multitud de peticiones para fotografiarse junto a él. Saúl Craviotto siguió el partido desde el palco de autoridades, donde también se encontraban Diego Tuero y José Ramón, miembros del cuerpo técnico de Baraja, así como el director deportivo Miguel Torrecilla.