Nadó pero se murió en la orilla. El Marino de Luanco logró una insuficiente victoria ante el San Fernando en el partido de vuelta de la primera fase de ascenso a Segunda B. El gol en las postrimerías, en propia puerta, de Amado, no sirve a los de Oli para estar en el sorteo de hoy. El gran responsable fue el cancerbero visitante, Hidalgo, que realizó numerosas intervenciones de mérito. La última, a Viesca, en el añadido, cuando el Marino sólo necesitaba un tanto más para superar la fase.

Durante toda la semana en Luanco se vivió un ambiente especial para obrar la remontada. Miramar se llenó y trató de enchufar a los jugadores de Oli, que desde el primer momento embotellaron a un San Fernando, que renunció al ataque y entregó toda su suerte a la defensa. La primera gran ocasión llegó a los 18 minutos, tras un disparo de Luis Morán, que rechazó Hidalgo, y que posteriormente Iván Fernández no pudo aprovechar. Poco después, se repetieron los protagonistas, con idéntico resultado. Guaya, de falta, también trató de abrir la lata, pero su disparo se marchó rozando el poste.

Casi al filo del descanso, se produjeron dos oportunidades que pudieron cambiar el signo de la eliminatoria. El árbitro no quiso ver penalti en un derribo de Maykel a Luis Morán. Y Davo tuvo que salvar ante Israel, en la que fue la única oportunidad del conjunto canario en todo el encuentro. Tras la reanudación, el Marino siguió volcado. El gol en propia puerta de Amado, en el 88 hizo confiar en la gesta. Cerca estuvo de llegar el milagro, pero Hidalgo sacó una manopla salvadora al disparo de Viesca, en el minuto 93. De esta forma, el Marino de Luanco se quedará un año más en Tercera División. El cómputo general de la eliminatoria fue de 3-2.